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Mi cocina era una zona de guerra silenciosa. Claro que podría haber elegido comer en el salón o en el cuarto de baño encima de la taza del retrete; pero seamos sinceros, soy tonto y probablemente habría terminado con la cena por todo el suelo. Así que en vez de eso, estoy sentado en la mesa con mi jefe, que acabo de ver hace una hora en el trabajo, mientras como mi ramen y él tiene pollo frito.

Terminando primero, se levantó y tomó su plato antes de salir. Suspiré e hice lo mismos con mi plato y tomé una cerveza antes de entrar en la sala de estar. Kkami ya estaba acostado a sus pies mientras cambiaba los canales del televisor. Me senté en la otra silla esperando a que Kkami viniera a mí, pero por supuesto no lo hizo.

-Um... ¿quieres una cerveza?- le pregunté a Hwang.

-No bebo alcohol.- deberías. Tal vez te soltaría un poco.

-¿Por qué? ¿No puedes manejar el alcohol?- dije sonriendo, pero la mirada que me dirigió fue equivalente a haber sido apuñalado. Intensa.

-Si es que bebiera, estoy seguro de que sería capaz de manejarlo bien.-y dijo.

Maldita sea, ahí va con su discurso de superioridad. En seguida me callé y terminé mi cerveza mientras él cambiaba de canal como un hombre bipolar. Cuando leí rápidamente que pasó por Weekly Idol, tuve que detenerlo.

-¿Podrías dejarle ahí, por favor?- casi supliqué. Escucha, estoy pidiendo reinar sobre mi televisor en mi casa. Esto tiene que ser otra decepción más.

Él gruñó y bajó el control remoto, cruzando una pierna sobre la otra. Eché un vistazo a mi propia postura y la diferencia era casi graciosa. Mi única conclusión en cuanto a por qué era tan tenso era porque secretamente es una monja atrapada en el cuerpo de un hombre.

-Me voy a mi habitación. Si te emborrachas trata de no ser ruidoso.- avisó. ¡¿Su habitación?! Se levantó y salió de la sala, gritándole a Kkami que no lo siguiera. Cuando su puerta se cerró, me levanté y fui a la cocina a buscar más cerveza.

-Voy a beber toda la maldita cerveza que quiera en mi casa. Maldito, sólo quiere hacer mi vida un infierno en todos los sentidos.- siseé. Seis cervezas y Weekly Idol era todo lo que necesitaba para pasar un buen rato.

Por desgracia mi vejiga no pudo manejar mi idea de un buen rato, así que rodé del sofá antes de la hora en que debería despertar con el objetivo de ir al baño

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Por desgracia mi vejiga no pudo manejar mi idea de un buen rato, así que rodé del sofá antes de la hora en que debería despertar con el objetivo de ir al baño. Tropezándome con Kkami, mis zapatos y la alfombra que conduce al pasillo, me las arreglé para llegar al baño. Ni siquiera se me ocurrió por qué sonaba el agua que venía desde el otro lado, hasta que la puerta se abrió y todo lo que vi fue desnudez.

Oh. Dios. Mío.

-Felix, ¿qué estás haciendo?

-Ah-oh-eh... lo siento. ¡Por favor, no me dispare!- cerré los ojos y salí del cuarto de baño cerrando la puerta. Cuando abrí los ojos y miré hacia abajo a la parte delantera de mis pantalones, tuve el otro susto de mi vida.

devil boss | hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora