===Capitulo 4: Vida eterna===

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===Capitulo 4: Vida eterna===

Después de que Kirito viera el cartel de la casa, entro nuevamente encontrándose a Asuna explorando el lugar. Asuna volteo la mirada al ver que Kirito estaba desconcertado.

Asuna: ¿Todo bien? — Pregunto, Kirito asintió — Bien, porque debemos hallar una forma de regresar a Kamar-Taj, esto no me agrada — Comento preocupada.

Kirito: ¿Por qué?

Asuna: Kaecilius ataco ya el santuario de Londres y lo destruyo, queda el de Japón y este. Y con lo que, oído de él, no creo que se rinda fácilmente — Comento empezando a subir las escaleras siendo seguida de Kirito.

Kirito: ¿Qué tanto sabes de el? — Pregunto caminando a la par de ella.

Asuna: Lo mismo que tu supongo, que estaba perdido y Ancestral le mostro un nuevo camino que seguir, para después corromperse por Dormammu — Explico.

Kirito: Ya veo, ese tal Dormammu ¿Qué tan peligroso es? — Pregunto, Asuna lo miro de reojo para después soltar un suspiro.

Asuna: Siendo francos, no quiero saberlo — Escalmo secamente, Kirito estaba a punto de hablar cuando de reojo observo algo que le llamo la atención.

Kirito: ¿Qué es eso? — Pregunto acercándose a las tres puertas de cristal que mostraban diferentes paisajes.

Asuna: Se llaman rotondas de puertas, al pasar por ellas te lleva al lugar que muestra — Comenta, mientras Kirito confirmaba lo que decía Asuna abriendo la puerta que mostraba el paisaje del océano para después cerrarla y girar la rueda que estaba al lado de la puerta cambiando el paisaje a uno desértico.

Kirito: ¿Podemos usarlas para regresar a Kamar-Taj? — Pregunto volteando a ver a Asuna la cual negó con la cabeza.

Asuna: No, las puertas muestran paisajes, no ciudades por tal no podemos teletransportarnos a Kamar-Taj. Además, las localizaciones son al azar — Comento dando me dar vuelta yendo a otro camino.

Ambos jóvenes llegaron al piso superior del santuario en donde se encontraban las reliquias, Kirito y Asuna veían todo a su alrededor.

Kirito: Pareces sorprendida ¿no habías venido por aquí antes? — Pregunto con una sonrisa burlona viendo la cara de asombro de Asuna, la cual al percatarse de que Kirito la estaba observando se sonrojo.

Asuna: ¡Cállate! — Exclamo cruzándose de brazos desviando la mirada de la de Kirito — Desde que empecé a entrenar con Ancestral, me privé del exterior. No se muchas cosas y menos del resto de los santuarios — Comento con voz baja pero audible.

Kirito: "Que hermosa" — Comento en sus pensamientos. Sin razón aparente el rubor de las mejillas de Asuna se hizo más notorio al punto de dominar toda su cara — Eh ¿sucede algo Asuna? — Le pregunto, Asuna se sonrojo aún más poniéndose nerviosa.

Asuna: Eh...eh ...eh no-no-no me pasa nada, es solo que-es solo que — Exclamo negando con sus manos mientras retrocedía, hasta chocar con una vitrina, Asuna miro el contenido de la Vitrina la cual traía dentro una capa color roja.

De repente un ruido hace que ambos miren las escaleras por donde habían subido, rápidamente ambos se dan una mirada entre sí para después correr hacia el piso de abajo.

Al bajar observaron como la puerta principal estaba deformándose y enfrente de esta estaba un hechicero.

Kirito: ¿Qué es eso? — Pregunto susurrando.

Kirito El Hechicero SupremoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora