|-|-|-|-|-|Capitulo 31: La ladrona y la misión|-|-|-|-|-|

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|-|-|-|-|-|Capitulo 31: La ladrona y la misión|-|-|-|-|-|

{Nueva York. 3:23 a.m. Sanctum Santorum}

En la habitación superior del santuario, una sombra corría entre los pasillos silenciosamente buscando entre las reliquias del hechicero supremo algo.

Tch, ¿Dónde está esa maldita cosa? — Susurro con la intención de no despertar a los dueños del santuario.

Mientras exploraba los confusos pasillos, llego a un pasillo viendo al final de este lo que tanto buscaba.

¡Sí! — Con lentitud y a paso apresurado se empezó a acercar.

Pero al acercarse se percató que el pasillo extrañamente se hacía cada vez más largo. La mujer al ver lo que estaba pasando miro el suelo deteniéndose, para después ver detrás suya. Tensándose al ver una silueta de una persona con capa flotando con las manos extendidas.

Kirito: Es malo entrar a casas ajenas.

La mujer llevo sus manos a la espalda preparando su jugada.

Kirito: Te recomiendo que no hagas una estupidez. Dime ¿Cómo entraste a mi santuario?

Cada quien tiene sus secretos, Kazuto.

El pelinegro se quedó quieto al no saber cómo reaccionar, esa mujer sabia su nombre. Pero extrañamente su voz se le hacía conocida. Pero dejaría después la investigación de quien podría ser, ya que ahora había algo más importante.

Saber cómo entro.

Nadie podía hacerlo con facilidad, debido a las protecciones mágicas que había. Por tal nadie que no usara magia entraría con facilidad. Al tener eso en mente cambio su campo visual haciendo que este pudiese detectar rastros mágicos.

Al ver a la mujer abrió sus ojos sorprendido, la mujer emanaba un aura blanca. Lo que significaba que ella estaba usando magia. Eso explicaba como ingreso. Pero no explicaba el que hacia aquí.

Kirito: ¿Qué buscas?

La forma de salvarla a ella...

El hechicero se quedó confuso. Lo cual causo que la mujer aprovecho corriendo hacia él, este apenas y reacciono al ver como la mujer ya estaba frente a él. Su velocidad fue sorprendente únicamente vio como una sombra se acercó a él. Y cuando menos lo espero su mano impacto dando una tajada con sus dedos creando una cortada como si de un gato se tratase.

Kirito: ¡Tch! — Se quejó tocándose la herida viendo la sangre que salía de su mejilla — ¿A dónde crees que vas? — Rápidamente volteo a ver por dónde iba la mujer solo para ver como esta estaba yendo a la salida del santuario.

El hechicero camino con rapidez hacia las escaleras principales, donde había un poco más de luz viendo la melena roja de la chica, un traje ajustado negro con pelaje blanco alrededor del cuello.

El hechicero al ver a la mujer, creo una barrera de energía que bloqueo el camino de la invasora. La mujer al ver que estaba atrapada miro a sus lados buscando una posible salida.

Vaya que jamás dejaras de sorprenderme, Kirigaya — Dijo la chica sintiendo como el hechicero estaba detrás de ella observándola.

Kirito: Respóndeme. ¿Qué haces aquí? Y ¿por qué sabes mi nombre?

Dijo amenazante, la mujer soltó un suspiro y con lentitud volteo su cuerpo hacia el chico.

El hechicero abrió sus ojos de par en par al ver la apariencia de la chica pelirroja de orejas puntiagudas de ojos color café y una pequeña sonrisa ladina. Varios recuerdos le pegaron de repente al chico. Recuerdos de su vida anterior antes de ser el hechicero supremo.

Kirito El Hechicero SupremoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora