El día había comenzado normalmente,los pajaritos cercanos volaban alrededor dando un canto increíblemente hermoso para oír,el escuchar del rio correr entre las rocas y los peces cuáles nadaban siendo ajenos a los demás.
—Gachas...—Como si fuera algún tipo de sueño. El Sargento caricias dormía plácidamente abrazando una almohada.
Se levantó desconcertado mientras que parpadeaba intentando acostumbrarse a la luz que se reflejaba atraves de las cortinas. Miro a ambos lados mientras que se quitaba las sábanas del cuerpo y comenzaba a vestirse,camisa rosa y un sombrero.
Era una mañana tranquila, el sol aún no había salido por completo y el cielo aún tenía esos colores azules y negros indicando que hora más o menos eran.
Esperó pacientemente a los reclutas-Cosa que era extraño-Y se quedó de pie en el mismo lugar, pronto vio venir al Padre hacia su dirección, tenía la misma ropa de siempre, abrazaba su biblia entre sus brazos mientras que mantenía un rostro neutral, aunque rápidamente cambió al darse cuenta que apenas eran ellos dos en llegar.
—Buenos días Sargento Caricias—Dijó sonriendo mientras que se acercaba y le daba unas cuantas palmaditas en la espalda.
—Uhm...Buenos día—Respondió el más alto mientras que se acercaba a el y le daba unas palmaditas en la cabeza sacándole una risa al más bajo.
Realmente no habían llegado a ser nada aún, simplemente eran normales entre ellos esperando a que sea el momento perfecto para dar ese paso,con ambos sabiendo sus sentimientos entre ellos podían compartase libremente aunque sea un poco.
—¿Aún no a llegado nadie?—Preguntó Padre mientras que se acomldaba los lentes.
—Aún no...—Respondió mientras que se cruzaba de brazos evitando ver hacia el Padre y así evitar sonrojarse.
—Mmh. ¿Que tal si vamos por el desayuno por mientras Sargento?— Sugirió mientras que levantaba levemente la mano y el dedo señalado la cafetería del campamento.
—Creo que es demasiado temprano aún...—Comentó El Sargento mientras que trataba de buscar un lugar para ver la hora—Pero vamos.
Era costumbre esperar a los reclutas a que llegarán y así enviarlos a desayunar y comenzar con los entrenamientos. Pero por el momento eran ellos dos solos. Ya que algunos tenían la maña de saltarse la comida por lo asquerosa que era, aunque no duraban mucho ya que terminaban cansados y con hambre en las primeras horas de entrenamiento.
Los dos se sentaron en una esquina viendo las gachas cuáles eran horribles como de costumbre.
—Sinceramente no me gustan las gachas—Confesó Padre mientras que picaba la comida con la cuchara ,pero al comérsela no hacia ninguna expresión,era costumbre después de todo.
—¿No? Son horribles si,pero nos dan las vitaminas que necesitamos para la guerra—Contestó Caricias mientras que tomaba el plato y se lo tragaba por completo.
Padre soltó una risita antes eso y tomo una servilleta para limpiar el rostro del Sargento Caricias. Este se paralizó mientras que veía como el Padre le sonreía. No mentiría en decir que se sonrojo salvajemente. Cosa que fuera percibida por el lavanda y rápidamente copió la acción.
—Uh-ja... Realmente es alguien que cuida de los demás, Padre—Declaró mientras que sonreía.
—Es mi deber como cura y Padre de estás instalaciones,velo por mis hijos y por todos los ositos, Sargento—Contestó felizmente.
Se vieron mutuamente y sonrieron. Después de eso se quedaron en silencio para terminar de comer y así volver a entrenar. Aún quedaba un poco de tiempo así que debían hacer algo para evitar que el sueño regresara.
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Sentimientos Negros ||UW||
Fiksi Penggemar-Tu y yo no somos lo mismo. Yo soy un pecador, tú eres un Santo. Años juntos comenzaba a afectar la relación de ambos. Hasta el punto en dónde el respeto y odio era otra cosa. Aunque el sentimiento era mutuo. -Algunos capítulos están inspirados en c...