- ¡No! ¡Quiero estar con mamá y Amane! – Grito Tsukasa con fuerzas.
Tsukasa tenía los ojos cerrados con algunas lágrimas en los bordes de sus pestañas y sus manos estaban formados en puños.
El silencio se apodero del lugar por unos segundos hasta que el sonido de unos sollozos se fue escuchando en el sitio cada vez más fuerte. Sin pensarlo mucho, Tsukasa se dejó caer en el suelo boca abajo, al mismo tiempo que lloraba a pleno pulmón.
- Waaaaa –
- Tsu-kun – Exclamo su madre caminando con prisas hasta donde se encontraba tirado y con ayuda de su contrato, ordeno a su sombra que agarrara a Amane para que pudiera consolar al menor de los gemelos.
La sombra a sus pies empezó a alargarse en dirección al cielo hasta tomar una forma humana y manifestar un par de largos brazos para sostener al cachorro de su maestra.
Una vez que Amane estuviese a salvo con su espíritu, la omega se dejó caer de rodillas en el pasto, sin importarle que su kimono se ensuciara por la tierra, para después cargar a su hijo por debajo de sus axilas.
- Tsu-kun, sonríe para mami ¿sí? No llores mi amor – Susurro en voz baja mientras acomodaba mejor a su bebe en sus brazos.
Después de que el niño se calmó un poco, aparto ligeramente su rostro de su hombro y lo miro para revisar su condición.
Lo primero que noto fue que su rostro era un desastre.
Sus mejillas estaban cubiertas de lágrimas, una nariz que moqueaba fluía de su nariz y la saliva fluía de la boca.
- ¡Quiero estar con mamá! – Exigió Tsukasa sin dejar de lagrimear.
Los kokujoudai a sus espaldas empezaron a dar vueltas al alrededor de ambos con pequeñas ráfagas de viento cada vez más fuertes.
Si no lograba calmar a su cachorro, la situación se pondría seria de inmediato. Miraba de un lado a otro en busca de alguna señal de amenaza, estaba sola con sus cachorros en un lugar repleto de exorcistas hostiles a los espíritus.
Si alguien con malas intenciones viera la situación, solo se acercarían con la intención de erradicar a los hitodamas de sus bebes, causándoles un gran daño por medio de su enlace.
- Tsu-- -
- Nya, nya. Mi pequeño alborotador favorito está llorando – Dijo una voz conocida a sus espaldas.
Al reconocer de quien era la voz, la omega se relajó y permitió que su esposo se inclinara y tomara en sus brazos a su hijo, para que pudiera calmarlo. El patriarca del clan sonrió suavemente y sostuvo al pequeño con un brazo debajo de su trasero, mientras que usaba el otro para intentar limpiar las lágrimas de su pequeño.
De inmediato Tsukasa empezó a gritar y forcejear como si odiara a estar en los brazos de su padre.
- Que sucede campeón, ¿Por qué estas llorando? -
- ¡Mamá no quiere venir conmigo! –
Acomodo mejor su abrazo para mirar el rostro de su hijo.
- Por supuesto, si mamá entra ¿Quién cuidara de Amane? –
De inmediato, el pelinegro dejo llorar ante la mención de su gemelo, los dos voltearon a ver en dirección a la sombra, donde el menor seguía durmiendo tranquilamente.
Tsukasa sollozo un poco antes de volver a mirar a su padre y preguntarle con una voz tímida y triste.
- ... ¿no puede Amane entrar también? –
ESTÁS LEYENDO
Compromiso Espectral (Nueva Versión)
FanfictionPor años ha habido dos clanes de Exorcistas que han tenido el deber de erradicar y proteger a las personas de los espectros que acechan la costa cercana. Pero una disputa hizo que ambos clanes se separaran, el clan Minamoto pensaba que el mejor méto...