Todo comenzó un 6 de Enero, en pleno sueño del chico proveniente del Clan Tortu, al lado de la cama del coadmin dormía Chufas, abrazado a una lechuga mientras cuida a su "amo".
—¿Dónde estoy?— se preguntaba Tortu, mirando alrededor de él, para después darse cuenta dónde se encontraba.
Era el lugar que menos esperaba recordar o soñar, se trataba de... su antiguo hogar.Chikitalandia
—Yo... pensé que ya no volvería aquí...— Tortu comenzó a recorrer las calles del pequeño pueblo que su mente había recreado.
De repente, el cuerpo de él se empezaba a hiperventilar, le costaba respirar y su corazón latió como nunca, como si... estuviera sufriendo.
—¡Tortu!¡Tortu!— se escuchaba, volviéndose más fuerte el grito.
Cuando Tortu abrió los ojos, se dió cuenta de que todo estaba bien.
Solo... solo fue un sueño.
Pensó el joven de cabellos verdes y con olor a lechuga, mientras tenía encima de él al mocoso que había adoptado hace unas semanas.
—¿Qué pasó, Chufas?— preguntó al final, sonriendo dulcemente.
—¿Quién cumple hoy?— Chufas miraba a Tortu mientras le mordisqueaba el cabello.
—¡Ah, mierda!— Tortu se levantó de la cama, haciendo que el pequeño Chufas vuele y salga por la ventana, rompiendo el vidrio de ésta.
Tortu se vistió y salió de la habitación, dirigiéndose directamente hacia el lugar donde dormía Killer. Pero cuando llegó allí, solo escuchaba suaves gemidos y risas del otro lado de la puerta.
—¡Killer, ¿estás ahí?!— Tortu golpeó la puerta tres veces, ignorando los sonidos que se oían.
Los gemidos cesaron y, tras varios minutos, la puerta se abrió, revelando el rostro despeinado de Killer, con sus mejillas con una tonalidad rosada y una respiración un poquito agitada.
—¿Qué... qué pasó, Tortu?— dijo suavemente la chica, con su pijama cubriendo su cuerpo lo mejor posible, mientras sus ojos rojos se enfocaban en la cara del peliverde.
—¡Felíz cumpleaños!— gritó Tortu, haciendo una pequeña reverencia para luego abrazar a su amiga.
Killer hizo una cara incrédula, pero luego apreció el gesto de su amigo y le dió suaves palmadas en la espalda.
Al rato hace presencia Lie, desde el interior de la habitación de Killer. Ella, a diferencia de la despeinada chica que Tortu abrazaba, se la veía en mejores condiciones, estando bien peinada y su olor a flores llegaba hasta la puerta.
—Oh, hola Tortu.— dijo la pareja de Killer, acercándose a ellos. —¿Qué tal dormiste?
—Hola Lie, yo dormí bie...— la imagen mental de un edificio quemado durante una lluvia dejó al chico sin palabras. —No importa, ¿y vos cómo estás?
—Estoy bien, estando en algo con mi cumpleañera hasta que interrumpiste...
—Lo lamento mucho, Lie...
Tortu suspiró y se fue caminando hacia el comedor, pero Killer corrió detrás de él y le tomó de la mano. Había algo que ella sentía en el joven, una sensación de nostalgia, miedo, odio y frustración, por lo que con sólo un gesto lo llevó afuera de mansión.
Una vez salen de la Chikita House, se sientan en las escaleras de la entrada, Killer tiene ambas manos apoyadas en el suelo y dibujaba una pequeña curva con su espalda, mientras bostezaba y miraba el cielo despejado, hasta que decidió hablar:
—¿Qué te tiene tan preocupado, Martina?
—Je, hace tiempo no me llamabas así, Martín...— Tortu sonrió ligeramente ante el apodo que mencionó su compañera, para que luego apoyara su mano sobre su rostro. —Yo... no lo sé, simplemente no lo sé...
—Dale idiota, no pienses tanto e intenta decir algo, aunque sea un poquito de lo que recuerdas.— Killer se acerca a Tortu y le toca la naríz, sonriendo con total honestidad, pues hacía lo posible por acompañar a su amigo.
—Bueno...— Tortu miró a Killer, mientras intentaba recordar fragmentos de sus sueños. —Recuerdo haber visto a mi familia... mi casa... y luego todo se hizo... cenizas...
Killer escuchaba atentamente mientras Tortu contaba su sueño, y más tarde se encargó de consolar al chico, quien sollozaba al terminar el relato que presenció cuando dormía.
—Cuéntame, ¿qué sucedió con tu familia?— Killer palmeaba la espalda de Tortu con suavidad, como si fuera una madre consolando a su niño. —Nunca me contaste tu vida antes de Chikitalandia...
Tortu miró a Killer, y decidió por contar su vida, su pasado...