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Al terminar la llamada con Kageyama, Hinata estaba llorando y limpiando sus lágrimas mientras sonreía.

—¡Vamos Suga-san debemos ir por Kageyama!—. Dijo feliz.

El equipo de Karasuno a excepción de Tsukishima, estaban unidos en la casa de Hinata, todos salieron corriendo a sus vehículos, Hinata les dió la dirección a cada uno y todos se dirigieron al mismo lugar.

Junto a Hinata iban: Yachi, Nishinoya, Suga, Narita y Daichi. Los demás iban en otros vehículos.

Al llegar a la zona comenzaron a buscar la casa.

—¡Es esa!—. Señaló Hinata con emoción —deten el auto Daichi-san —. El auto iba despacio y Hinata salió apresurado.

—Oi, Hinata ten cuidado —. Pidió Daichi, pero no podía culparlo él también estaba asustado y feliz de saber que finalmente encontraron a Kageyama.

Hinata corría feliz hasta la casa, mientras él tocaba la puerta los demás bajaban de los autos, la puerta se abrió y Hinata entro apresurado en su corazón algo le decía que debía prepararse.

—¡Kageyama, Kageyama ya estoy aquí!—. Corría por la casa aunque no conocía, Hinata estaba apurado —Kageyama ya llegué, hablemos —. Decidió ir al segundo piso donde le indicaba el GPS, subió corriendo las escaleras y luego se giro a la derecha y vio una puerta abierta, él estaba asustado —¿Kageyama? Kageyama ya puedes salir —. Caminaba despacio con el teléfono en la mano izquierda —Kageyama no te preocupes no te abandonaré, porque somos amigos ¿Verdad? Se lo que el gran rey y Ushiwaka hicieron, también lo de... Lo de Tsukishima y tu hermana —. Hablaba con voz suave y quebrada, Hinata estaba frente a la habitación y tenía miedo, su cuerpo temblaba y no quería entrar —¿Kageyama?—. Dió un paso al frente y luego otro, como si fuera un robot que a penas y comienza a caminar. Shoyo finalmente entro a la habitación y miraba al frente, lentamente giro su rostro hacia el lado izquierdo sus ojos se abrieron aún más y soltó el teléfono, estaba en shock —¿... Kageyama?—. Tambaleándose y sin aceptar lo que veía se acercó hasta el cuerpo de Tobio, Shoyo con miedo lo tocó y lo movió levemente, no pudo más, sus ojos se llenaron de lagrimas —¡¡KAGEYAMAAAA!!—. Cayó al piso y siguió grito —¡¡¡KAGEYAMAAAAAA!!—. Hinata se aferraba a los pies descalzos de Tobio —¡¡KAGEYAMAAAA!! ¡¡KAGEYAMAAA!!

Los chicos que estaban abajo sintieron un feo escalofrío, ellos se quedaron estáticos y con miedo, sus cuerpos se movieron inconscientemente y subieron las escaleras hasta llegar a la habitación donde Shoyo seguía llorando sin parar.

Lo que sus ojos veían no podían aceptarlo, Kageyama sin vida en la cama con sangre en las sábanas, sangre oscura y un Hinata aferrado a los pies de Kageyama llorando sin parar.

—¡Por favor no me hagas esto! Kageyama... —. Shoyo negaba con la cabeza —¡¡KAGEYAMAAA!! DESPIERTA ¡¡DESPIERTA!!—. Comenzó a mover al nombrado con fuerza —¡¡KAGEYAMA!! —. En sus gritos se escuchaba que se estaba lastimando, su mirada mostraba una gran tristeza, un corazón roto, como si hubiera perdido lo más importante, un mejor amigo, un hermano, un buen compañero, su rival eterno.

Suga se acercó junto a Daichi y ambos jalaron a Shoyo, quien estando roto por dentro se negaba a soltar a Tobio, se aferraba con todas sus fuerzas.

—¡¡NO, NO, NOOO!!—. Alzo sus manos para seguir sujetando a su Kageyama.

Se llevaron a Hinata y entre tres lo llevaron al piso de abajo, dónde Asahi lo abrazaba con fuerza y no le permitía ir con Tobio, Asahi lloraba sollozando.

—Lo sé... Lo sé —. A penas y pudo hablar por su voz temblorosa.

...

Ya todos estaban en la casa de Hinata dónde tenían el cuerpo de Kageyama, estaba en la caja y le habían llevado varias flores blancas, la fotografía de Tobio que estaba en medio, era lo que Hinata ignoraba porque no quería aceptar la realidad.

Nishinoya se acercó a Hinata para querer decirle algo, pero no pudo porque comenzó a llorar otra vez, así que se fue junto a Tanaka, no hablo porque ya no podía.
Narita con la voz temblorosa dijo:

—Ya... Lle... vas mucho... Aquí —. Su voz era muy baja.

—Hinata... Vamos a sentarnos —. Pidió Suga.

Hinata escuchó la voz de Tsukishima que estaba junto a Miwa, sus ojos se abrieron más y con odio en su corazón dijo:

—¡¿Estás feliz?! ¡¿Estás feliz?!—. Se acercó rápido y fue jalado por Suga.

—Hinata... Por favor no hagas esto—. Pidió el de cabellos grises —por favor...

—¡Maldito seas, maldito seas!—. Se movía con brusquedad porque Suga y Nishinoya lo estaban agarrando.

Kei no dijo nada y mantenía la cabeza agachada, Miwa lloraba cubriendo su rostro. Detrás de ellos dos aparecieron Oikawa y Ushiwaka.
Hinata no podía creer el descaro de esas cuatro personas.

—¡Eras nuestro amigo, siempre estábamos junto!—. Miro a Tsukishima y luego a Miwa —¡Su hermana mayor, eres su hermana mayor quien debe estar atenta a su felicidad, los hermanos mayores no les hacemos daño a nuestros hermanos pequeños!—. Dijo furioso —ustedes estuvieron casados por diez años ¡DIEZ AÑOS! —. Ushiwaka empuño su mano y agachó la cabeza — él te admiraba tanto —. Hinata ya no podía y dejo de forcejear —eres a quien más admiraba... Era tu kohai —. Oikawa mordió su labio inferior —¿Por qué le hicieron esto? Kageyama era... Una luz brillante, él jamás... Hubiera hecho daño.

—¡¿Hinata?!—. Suga se asustó cuando él de cabellos naranja se desmayo.

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Aclaro que en este fanfic Hinata no tiene sentimientos románticos por Kageyama, simplemente son de esos mejores amigos que les gusta fastidiarse, son como familia.

RupturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora