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2. Instinto

––Pensé que lo supondrías

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––Pensé que lo supondrías.

No.

Kazuki no siquiera lo imaginó.

No es que la vida de Rei no le interesara era solo que como compañeros, Kazuki sabía que Rei tenía sus límites y que no contaría tan fácil cosas como esas.

Kazuki no buscaba una autobiografía, pero sin duda alguna, en el tiempo que llevaba conociendo al pelinegro podía decirse que no había un pensamiento intrusivo hacia la vida amorosa de Rei.

Era un omega tan cerrado y frío y había rechazado a cuanto alfa se le ponga en frente que Kazuki simplemente supuso que con lo que veía era suficiente.

Pues no.

Ahora el gusanillo de la curiosidad le ha picado.

A unas horas de empezar a prepararse para la misión, Kazuki había optado por visitar a Kyu para poder despejarse un poco de la conversación y de la incomodad del día anterior.

---Rei no es muy comunicativo... ni siquiera imagine que no sabría de ese tipos de cosas... ---murmuró algo triste por su compañero.

Kyu siguió haciendo su trabajo ---La vida de Rei estuvo llena de negaciones y restricciones. Cuando empezó a trabajar para mí no contó mucho ---se arregló las gafas---. En aquel entonces solo me importaba que tan efectivo podía ser para el trabajo.

---Es difícil trabajar con él...

---Es obstinado.

El alfa rió sin gracia ---No sabes cuánto.

Kyu se giró para mirarlo con una leve sonrisa ---He esperado ver de él algún tipo de reacción, pero empezó a pensar seriamente que no es un omega.

Kazuki hizo una mueca ---Creo que será un omega soltero toda su vida. No tiene instinto.

Aquello llamó la atención del alfa mayor, arqueó una ceja ---¿Qué has dicho?

---Rei no tiene instinto ---Kazuki repitió, negando cansado mayormente por el trabajo.

---Todos los omegas lo tienen.

El alfa se encogió de hombros ---Rei no.

Kyu pareció pensarlo ---Quizás lo reprime, ---sugirió--- para lo obstinado que es no me sorprendería.

El alfa parpadeó, pensando en las palabras de su amigo. Rei era difícil, pero los omegas que suprimían su lobo interior sufrían dolor. Estaban bloqueando lo que los hacia omegas.

Había escuchado sobre ello, pero nunca pensó que ese sería el caso de Rei. Muchas personas decían que reprimir el instinto era doloroso, como la sensación de presión en tu pecho.

Cuando decía que Rei reprimía su instinto se refería a que retenía lo que su omega interior le pedía. Desde el querer ser cuidado, hasta el deseo de tener a alguien a su lado. A un alfa.

---Tiene sentido... pero, ¿por qué?

Kyu se encogió de hombros ---Deberías hablar con él. Debe tener algún motivo para hacerlo.

El alfa gruñó ---Si le pregunto no me lo dirá.

---Entonces toma una decisión. Ahora vete, deben preparase para la misión ---le miró seriamente--- No quiero fallos. No quiero que arruinen esto, es una misión importante.

Kazuki rodó los ojos pero asintió, se levantó de su asiento y se despidió de Kyu para comenzar a caminar hacia su hogar. En el camino a casa vio a lo lejos al gato que Rei había encontrado días atrás. Sonrió levemente, acercándose.

---¿Aún no encuentras a nadie que te cuide? ---pregunto mientras se agachaba para acariciarlo. El minino maulló mientras aceptaba las caricias--- Es una lástima... Rei seguramente me mataría si se entera que sigues sin hogar. Pero no podemos hacernos caso de ti...

Y con eso, y una dulce palmada a la cabeza del animal, Kazuki se puso de pie y comenzó a alejarse con dirección a su departamento. Sacó su móvil en el camino, diciéndole a Rei que esta vez pasaría la noche en su departamento.

El omega le respondió con un simple emoticon. Kazuki sonrió porque incluso en chat era indiferente.

Cuando llegó al departamento de Rei abrió sin problemas con la llave que el mismo pelinegro le había entregado. Se quitó los zapatos y avisó en voz alta su presencia, no hubo respuesta, así que avanzó.

Cuando llegó a la sala de estar se dio cuenta de que no había desorden alguno, frunció el ceño ante eso.

Eso podía significar dos cosas, que Rei estaba aprendiendo a ser más ordenado –no muy factible sinceramente- o que el omega no había usado ese espacio.

Se giró para volver a llamar a Rei pero se encontró con el cañón de un arma entre sus cejas de un momento a otro. Se congeló por un momento antes de ver a Rei frente a él con el cabello desordenado y una expresión adormilada.

Dejó salir el aire que estaba conteniendo y sonrió levemente ---Soy yo, Rei.

El omega parpadeó antes de bajar el arma y quejarse ---No avisaste.

---Mande un mensaje.

---Mn.

---Además tú me diste la llave...

Rei no dijo nada, pasó al lado de Kazuki para acurrucarse en el sofá. El alfa rodó los ojos con cariño.

---Tenemos trabajo, Rei. ¿Despertaste apenas?

Con una respuesta ahogada por los cojines, Rei asintió. Kazuki bufó.

---Esto va a ser difícil...

𝙇𝙖 𝙈𝙞𝙨𝙞𝙤́𝙣 》 𝑲𝒂𝒛𝒖𝒓𝒆𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora