13. La lucha que es mi corazón.
Rei Suwa.
Un asesino... un omega.
¿Contraproducente, no?
Desde el momento en que él vio la luz, su madre nunca apareció. Creció dentro de una oscura habitación, pasillos anchos y tétricos, criado bajo la mirada esperanzada de un hombre imponente que parecía verlo como su oportunidad más que como su hijo.
Le dieron todo lo que quiso... hasta que cumplió los cinco.
Y todos supieron lo que sería cuando el tiempo pasase.
Aquella mirada de esperanza de parte de su padre se oscureció, hundiéndose y mostrándole ahora la mirada más fría y horrida que alguna vez Rei podrá presenciar en su vida.
Fue allí, que dejo de serlo todo, solo para ser una especie de experimento.
Alfa o no, su padre quería un arma.
Y así lo crió.
Un omega delicado... fino, dulce y de buenos sentimientos. Un omega jamás podría tomar un arma, ¿no es así? No está en su naturaleza, ellos dan vida... no la quitan.
¿Verdad?
Error.
Cuando su primer celo se presentó, nadie le explicó nada, nadie le dio atención, días después su padre lo atrajo a una habitación donde un hombre viejo y horriblemente pálido le inyectó un líquido que ardió en sus venas.
Cada tres meses recibía aquella inyección. Nunca más volvió a sentir lo que sintió aquella tarde al cumplir los quince.
Rei creció, alto y de piel pálida, su cabello negro descuidado y sin importancia estaba atado en una cola de caballo la mayoría del tiempo, los entrenamientos seguían, como una especie de robot, él solo obedecía.
El sudor se deslizó por sus extremidades mientras miraba el saco de boxeo que seguía pendiendo de un hilo, completamente destrozado.
Su padre aplaudió al fondo. La sangre en sus nudillos parecía orgullecer algo en él.
---Bien hecho, Rei. Mañana serán dos horas más.
---Sí, jefe.
Recibir órdenes, seguirlas, y no cuestionar.
Los omegas cuidan la vida, no la quitan.
La sangre brotó cuando el cuchillo de Rei cortó la garganta de la mujer. La alfa dejó de luchar y entonces, el chico de apenas dieciocho años pudo finalmente respirar tranquilo.
No seria la primera vez que intentan atacarlo.
"Eres un omega, pero eres un Suwa. No me decepciones más".
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𝙇𝙖 𝙈𝙞𝙨𝙞𝙤́𝙣 》 𝑲𝒂𝒛𝒖𝒓𝒆𝒊
Short Story;; Kyu tenía una misión nueva y debían cumplirla al pie de la letra. Bueno, lo que Kazuki no esperaba era que para ello, Rei y él debían fingir ser una pareja. ¿𝙁𝙞𝙣𝙜𝙞𝙧? Tampoco esperaba que con ello, alguien nuevo llegara a sus vidas y algo de...