EXTRA 1.

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Sana subía con pesadez las escaleras para llegar ha su habitación, eran pasadas las diez de la noche y Jihyo no había dado señales de vida.

¡Por Dios era su cumpleaños! ¿Acaso no sentía ni un poco de consideración por ella? ¿En cómo se sentiría si no iba?

Por lo menos se debió molestar con avisar, así no estaría ella esperándola como una idiota.

Giró el pomo de la puerta adentrándose a su habitación extrañándose al estar a oscuras.

Se dispuso a encender las luces pero cuando estaba a nada de tocar el interruptor una voz lo detuvo.

—¡No! E-espera, no enciendas la luz.—pidió.

—¿Unnie?

—S-sí...

—¿Cómo... Cómo entraste a mi habitación? ¿Por qué está todo a oscuras?

Park tragó en seco removiéndose sobre la cama.

—Entré c-como tu todas las noches a la mía...

—Oh...

—¿Te molesta?

—¿Qué? ¡No! Solo estoy... confundida... ¿Puedo prender las luces?

—¡N-no!.—se apresuró a negar.—Primero hablemos.. l-luego la puedes prender...

—¿Por qué?

—Porque tengo vergüenza de verte a la cara...

Sana suspiró apretando sus labios en una fina línea.

—Unnie yo...

—Espera... yo- yo quiero que me escuches tu primero a mí ¿Puedes?

Minatozaki asintió aún de pie frente a la puerta, a pesar de que la mayor no le veía.

Jihyo se aclaró la garganta.

—Yo-yo he estado enamorada de la misma chica por dos años.—comenzó.

—Jih—

—Sin interrupciones, Sana.

—Perdón.

—Bien, como te decía me enamoré sin querer, sin siquiera saberlo, solo me di cuenta de ello cuando ya era demasiado difícil de sobrellevar.—se relamió los labios.—Amaba cada parte de ella, lo amo aún, su sonrisa, el color de sus ojos, su voz, su personalidad bromista, infantil y carismática. Y dolía, dolía verla con alguien más, tenía que fingir que el malestar en mi estómago no existía cada vez que hablaba conmigo.—suspiró.—Tenía que evitar sentir algo de esperanza cada vez que ella terminaba una relación pues jamás me vería como yo a ella, sólo sería una amiga y nada más, solo sería su unnie y mejor amiga, y debía conformarme con eso.

—Unnie... ¿estás-

—Sí, Sana estoy enamorada de ti desde hace más de dos años, por eso yo... No quería arriesgarme cuando tu te declaraste yo, tenía miedo.. miedo de abrirte sin barreras mi corazón y que sólo lo usaras, que tu sólo jugaras y-

—Unnie, por favor no si-

Y las luces fueron encendidas.

Sana abrió el grande sus ojos ante lo que estaba viendo y soltó un jadeo de sorpresa.

—¿Sorpresa? 

Nalgofilia Ꞝ SahyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora