obsessed with you ☆ azulin x pompon

insomnio : 01

Se encontraba en su solitaria y fría habitación, escuchando algunos animales nocturnos y las manecillas del reloj del sitio, víctima del insomnio que lo atrapaba desde que regresó del bosque. Ese maldito bosque que le arrebató a su "querido" hermano y a él le desfiguró el rostro, además de casi matarlo.

Sin embargo, el odio no era lo único que mantenía su mente ocupada en esas noches; pues recientemente había descubierto algunos sentimientos extraños, o así los consideraba él.

El Cabo Pompón, un chico que a pesar de su apariencia, era dos años mayor que él, él había sido el que había evitado su inminente muerte al caer. Su piel estaba cubierta por pecas, pecas que a sus ojos parecían pequeñas estrellas por todo su cuerpo, además de tener unos hermosos ojos violetas que contrastaban con su cabello de un color parecido a la miel y su piel canela que le daba una sensación de calidez.

Era realmente "atractivo" a su parecer, incluso se podría decir que le tenía algo de admiración, o tal vez algo más.

Últimamente, ha notado que actúa de forma diferente cada vez que está cerca del rubio, casi de forma automática al hablarle "suaviza" su forma de hablar, nunca lo ha retado como a otros soldados e incluso sus mismísimos superiores, simplemente no se lo permitía a si mismo, no se permitía lastimar de ninguna forma al cabo. Pero, no entendía el porqué. ¿Qué tenía ese cabo de especial? lo conocía de hace unos meses y sentía que con solo pensar en el sentía una "presión" en su estómago.

Decidió levantarse de su cama y dirigirse a su escritorio, se sentó en la silla de madera y abrió uno de los cajones, del cuál sacó una cámara y una fotografía de hace unas semanas.
En ella se veía el campo de entrenamiento, había sido una fotografía de "prueba" que había tomado en uno de sus días que consideraba tan aburridos, pero, había un pequeño detalle.
A la distancia, en la foto, se encontraba el chico de pecas, de perfil y apenas visible, con lo que al teniente le llegó una idea bastante normal pero extraña a la mente.

Conseguiría una fotografía del Cabo, sin importar lo que tuviera que pasar, no tenía en claro la razón de su repentina necesidad por tener al rubio "impregnado" que el mismo tomara, pero ya lo tenía claro, conseguiría esa imagen.

Esperaría a que amaneciera, eso era claro, pero igualmente comenzaba a sentirse ansioso por el amanecer, quería verlo de nuevo, quería escuchar su voz de nuevo, quería estar cerca de él todo el día, pero para eso tendría que esperar algunas horas.