Yo reencarne EN QUE MUNDO!!!!

07. Llega la carta y el sueño esmeralda

24 de junio de 1991

Altair tenía ahora 11 años, media 1.58 metros y había pasado los últimos cuatro años viviendo en un mundo de magia, héroes y dioses. Era un mundo que los mundanos como el yo de su vida anterior nunca podrían comprender, y sintió una sensación de tristeza, cuando pensó en la vida que había dejado atrás.

Mientras se preparaba para su día, Altair de repente recordó que era su cumpleaños. Se tardo un año en darse cuenta que no sabia la fecha y fue asi hasta que la Srta. ahora Sra Brown lo felicito, irónicamente un dia antes de su llegada a Monte Hermón. No pudo evitar sentir una punzada de tristeza al pensar en cómo solía celebrarlo en su vida anterior. Pero rápidamente se sacudió el sentimiento y recordó las muchas bendiciones que le había traído su nueva vida.

Una de esas bendiciones fue su amistad con un compañero del orfanato. Altair se había encargado de cuidar al niño más joven, quien le recordaba sus propias luchas cuando llegó por primera vez en este mundo. Con el tiempo, había llegado a querer al niño como a un hermano, su nombre era Orfeo, y solo tenía nueve años cuando Apolo, su padre, se enteró de su existencia. Como hijo semidiós de Apolo, Zeus ordenó que Orfeo viviera en el campamento Mestizo. Altair, con su Habilidad de observación, descubrió que quien adoptaría a su hermano menor, era el mismísimo dios griego del sol.

En una reunión cara a cara , Apolo explicó por qué había tardado tanto en venir por él, fue gracias a la ordenanza de su padre Zeus, que cada 10 años tenia que verificarse que todos los semidioses vivieran en el campamento Mestizo y si no lo hacían enviar a un sátiro, para que los protegieran en su camino al campamento, Apolo entiendo también porque su hijo sobrevivió tanto tiempo, puesto que Altair lo en caro con su varita fuera, se alegró de que Orfeo hubiera tenido la protección de un bendecido por Hécate o como se llamaban ahora magos, al final se alegro de que su hermano de todo menos sangre encontrara un lugar al que pertenecer y porque no desarolle a su potencial, quien sabe tal ves cumpla su sueño de ser artista.

Había recorrido un largo camino en los últimos cuatro años y sabía que tenía un propósito mayor en este mundo. Con un sentido de determinación en su corazón, Altair partió hacia su futuro, listo para enfrentar cualquier desafío que se presentara.

La introspección de Altair fue interrumpida por Megrez que le informo que era lunes por la mañana. Tenia que asistir a su escuela mundana, que encontró bastante aburrida en comparación con el mundo mágico que había descubierto y visitado a lo largo de los años. Aunque no fuera a explorarlo con mucho detenimiento ya que siempre se dirigía al mismo lugar, Gringotts para tener una reunión mensual con su gerente de cuentas.

El cual tomo su nuevo puesto con mucha seriedad, de hecho le lanzó una propuesta en la primera reunión y la realizó en nombre de Gringotts, ya que ellos por culpa de un acuerdo con los magos, no podían crear un banco para los mundanos, y la propuesta era que el creara un banco, que los nacidos muggles fueran los operadores al público y detras de ellos los goblins, una propuesta digna en la que pedían únicamente 15% de las ganancias generadas del banco, ya que Altair les permitía la entrada a un nuevo mercado, más trabajo y por ende más ganancias para la nación goblin.

A Altair le gusto parcialmente la idea, creia que la participación goblin era demasiado baja y no acepto ser socio de los goblins por una participación para ellos menor o mayor al 25%, su logica, si ellos tenian más participación, trabajaran más fuerte y el ganaría más oro.

El banco pasó a llamarse con uno de los apellidos de sus muchos señoríos, aquel que, tras leer los diarios que sacó de sus bóvedas, consideró apropiado: Lannister Trust & Funds. Gracias a la creación de este banco, tuvo una coartada para las inversiones en el mundo muggle. La creación del banco aumentó en gran medida sus arcas y la riqueza de los goblins.