Shade miro el galeón de cuatro palos que les había rebasado momentos atrás, pese que era una nave mucho más grande y pesada no pudo más que leer el nombre del navío mientras esta se alejaba.
—El «Rompiente de Mareas» —Murmuro.
—Es la nave del Capitán Lebore –Dijo Delmos que se acercó a Shade trayendo con cierta dificultad, un arcón al hombro. –Es un viejo amigo-rival del capitán Casco, y aquel parece ser el «Petrel» —Agrego señalando un velero de vela color azul que avanzaba con gracia por el agua, hasta el punto de que parecía más deslizarse que avanzar.
—Te ves muy joven para ser un grumete. –fue el comentario de Shade, nunca había sido bueno para iniciar conversación y esa vez tampoco lo fue pues Delmos le dirigió una mirada ofendida.
—No soy un grumete, soy Delmos; el oficial de cubierta, y el hijo del capitán.
—Oh, perdona, no lo sabía.
Aun así el chico suspiro con cierta tristeza.
—No importa, ya antes me han confundido, empezando con mi propio padre... —Bajo el arcón y el sonido metálico provino de este.
— ¿Que llevas ahí? Si se puede saber.
—Espadas y hachas oxidadas –Respondió –Nuestro armero Varhel se ha lesionado la mano y no puede arreglarlas, por eso las llevo a guardar en el camarote de mi padre, él puede hacerlo en cuanto me toque relevarlo en el timón.
—Permíteme –Se ofreció Shade mientras miraba en el arcón las piezas necesarias –Se de armas y su manutención.
—No señor, es un pasajero y...
—¡¡Delmos no pierdas el tiempo, y ayuda, la turbulencia está aumentando!! ¡¡Heris, Mide, arrizad las velas!! Malcor, asegura los nudos del aparejo.
El Capitán Casco fue quien había hablado desde el timón, este señalo a varios marinos que intentaban atar la gavia del palo de mesana, una labor que se hacía cada vez más difícil al arreciar la fuerza del viento. Las ráfagas, que a menudo cobraban mayor fuerza en ese tramo de mar, contribuían a la turbulencia.
Shade sabía poco de navegación por el mar, y de haber preguntado, le hubieran explicado que el paso por donde estaban navegando era conocido como la Serpiente Negra, debido a una serie de islas a flor de agua, rodeadas de arrecifes y aguas bajas donde la cresta submarina se extendía desde las islas, esto provocaba diversas fuerzas en las corrientes, las cuales entrechocaban haciendo la navegación por ese paso difícil para una embarcación media como «La Cruz del Olvido».
Uno de los marinos soltó el nudo de un aparejo y el bergantín pareció dar un brinco en el agua. La caja con armas oxidadas no se deslizo por la cubierta por que Shade la detuvo con un pie, aunque casi se fue de bruces al suelo con otro salto del barco sobre las olas del mar. Unos momentos después, se sentó en un banquillo levanto un sable parcialmente oxidado. Sonrió ligeramente y después de que acerco un cubo con agua decidió ayudar en algo.
Miro el sable y después tomo una muela* con movimientos cortos y curvos afilo el arma unos momentos después, tomo otro sable que fue sucedido por una de las hachas. No vio que el capitán Casco había notado su acción y que avanzo hacia a él con las cienes palpitándole dispuesto a regañarlo, pero se detuvo al ver que estaba haciendo algo útil.
El capitán gruño entre dientes y respondió con un gruñido a uno de su marineros antes de volver a sus deberes, echando pestes sobre los pasajeros y como eran una molestia.Shade una vez termino de afilar de la punta a la guarnición las espadas, uso un pincel para untar las armas con un aceite para evitar así que volvieran a oxidarse. Miro disimuladamente para ver si lo observaban y cuando comprobó que no, paso la mano sobre las armas recién afiladas.
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Guerras de Edurnen
FantasyUn mundo fantástico, donde 4 Dioses conviven y protegen a su descendencia de una fuerza oscura y maligna exterior.