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Long time ago #1/2
«Biología de un adepti»

Después de distintos estudios, Aether llega a la conclusión de que los adeptus sufren algo parecido al celo de los animales, obviamente irá a preguntarle a uno para aclarar sus dudas y corregir sus estudios.

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Metido en una gran sala ubicada en la cima del castillo abismal, el rubio completa las últimas anotaciones acerca de la investigación. Había estado unas cuantas semanas estudiando el comportamiento animal y comparándolo con el de los adeptus: aquella especie novedosa y creada por el arconte Geo era más interesante de lo que el príncipe creía.

Según los garabatos esparcidos en diferentes partes de papel, un adepti puede sufrir cambios de comportamiento, conducta y estado corporal que los llevan a actuar de manera más débil y/o agresiva sintiendo la necesidad de relacionarse sexualmente con otro ser vivo. Todo esto en un lapso de tiempo sorprendentemente enorme, cada doce meses, un adepti "adolescente" (que tiene 20 años o más) debe pasar dos semanas con efectos parecidos a los mismos que tiene un animal cuando está en su época de celo.

¿A qué se debe esto? Seguramente, cuando Rex Lapis "creó" dicha especie, temía que esta se extinguiese debido a estos mismos, que no quisieran reproducirse y por ende su especie quedara en el olvido o incluso extinta. Había visto a muchos humanos en el mundo, no había ningún lugar que no fuese habitado por ellos. Siempre se preguntó cómo era que no necesitaban una época de celo para duplicar su cantidad.

Él no entendía en ese momento, por eso recreó el celo y lo llamó de manera parecida, simplemente tuvo que mezclar diferentes tipos de ADN animales con los humanos y dejó que surgiera la magia; por eso, a día de hoy la mayoría de adeptus son animales o cuentan con partes provenientes de estos.
Su idea fue exitosa, en unos milenios, habían millones de adeptus por todas las regiones de Teyvat y de todo tipo.

Una vez Aether terminó la parte histórica, estuvo de viaje por Liyue ya que allí encontraría muchos más adeptus al ser su "lugar de origen". Se cambió de ropa vistiendo con las prendas que llevaba antes de ser separado de su melliza y partió hacia la gran ciudad. Vio muchos adeptus pero... Parece que la época no había llegado ya que su comportamiento era regular. Necesitaba hablar, pero cuando llegaba el momento siempre era interrumpido por cualquier tontería. Esta vez lo interrumpió alguien.

—¿Estás perdido?— Pregunta una voz detrás de él, da media vuelta y lleva su mirar al que le dirigió la palabra. Lo primero que pensó fue "qué bajito" porque tuvo que mover su cabeza hacia abajo para poder mirarlo a los ojos. El sujeto se mantenía serio, sostenía una gran lanza en su mano y portaba su visión incrustada en el brazo.

"Anemo... Lanza... Debe ser uno de esos guardianes." Analiza, deberá actuar inocente si no quiere que se le complique el viaje.

—Emm, sí, busco un lugar en el que pueda comer ese plato tan conocido aquí.— Se inventó.

—"Ese plato", si es que hablamos del mismo, lo venden en cualquier restaurante de esta ciudad. Te has pasado uno hace nada.

—¡Oh! ¿Cómo lo sabes? ¿Acaso me acosabas?— Cuestiona aún más alto llamando la atención de muchos humanos allí. El azabache se encoge de hombros.

—S-sí... Porque parecía que buscabas algo. Disculpa-

—No te preocupes, podrías llevarme tú como compensación— sugiere, la mayoría asiente o murmulla, todos están de acuerdo en la idea, Alatus está avergonzado.

₊⿻゚¡𝗘𝘀𝗲 𝗲𝘀 𝗺𝗶 𝘆𝗮𝗸𝘀𝗵𝗮! ↳ 𝗫𝗶𝗮𝗼𝗹𝘂𝗺𝗶 & 𝗔𝗲𝘅𝗶𝗮𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora