ღᴛʀᴇꜱ

1.3K 184 9
                                    

.

.

.

.

.

.

Jisung suspiró con alivio cuando llegó a su casa y la encontró vacía. Subió a su cuarto prácticamente corriendo para después cerrar con fuerza la puerta detrás de sí, recargándose contra ella y colocando una de sus manos en el lado izquierdo de su pecho; justo en su corazón.

— ¿Por qué está pasando esto? —preguntó hacia la nada intentando calmar su agitada respiración.

Se alejó de la puerta después de asegurarse haberla cerrado con seguro y caminó hasta su cama en donde se sentó en la orilla de esta, tomando su cabeza con sus manos y manteniéndola contra sus rodillas.

— No se supone que debas de llegar ahora —dijo en un gruñido sintiendo el calor corporal que desprendía quemarlo lentamente.

Se levantó de la cama tratando de mantener la calma; caminó un poco por la habitación tomando grandes bocanadas de aire para después sacarse la camisa que llevaba puesta aventándola con brusquedad al piso y soltando maldiciones al aire, haciendo lo mismo con su pantalón y zapatos, quedando únicamente en calzoncillos.

Ingresó al cuarto de baño que había en su habitación y abrió la llave de la ducha, dejando que el agua helada mojara completamente todo su cuerpo mientras mantenía su frente apoyada contra las baldosas de la pared pensando en aquella situación en la que se encontraba.

Según sus cuentas, su celo tendría que haber llegado aproximadamente en dos meses. Suspiró cuando sintió el calor de su cuerpo intensificarse, su lobo se encontraba retorciéndose en su interior, queriendo saciar y liberar su dolor con un omega.

Específicamente con aquel omega pelinaranja, con aroma a kiwi y extremadamente lindo.

— Minho... —susurró con la voz tan ronca que resultaba desconocida.

Miró hacia abajo y negó con la cabeza al ver la pronunciada erección que levantaba la tela de los calzoncillos que aún llevaba puestos, como una tienda de campaña.

— No, Jisung —se regañó con un gruñido gutural cuando quiso llevar una de sus manos para aliviarse.

Sacudió todos los pensamientos inapropiados que invadían su mente, apenas pensaba en Minho y se dedicó a ducharse, esperando ahí mismo con el agua golpeando su espalda hasta que la oleada de calor se pasara un poco.

Salió de la ducha después de treinta minutos rogando que su madre no lo regañara cuando llegara el recibo del agua, pues el tiempo que había pasado dentro era considerable.

Se colocó sus pantalones de chándal negros junto a una playera holgada de color blanco y bajó directo a la cocina para poder comer algo. Aprovechó a tomar una pegatina para escribirle a su madre la situación en la que estaba.

Preparó un sándwich junto a un envase de cartón con jugo de durazno para después subir a su habitación y poner el pestillo a la puerta. Tomó asiento en medio de su cama sin preocuparse de los trabajos y tareas pendientes para el día siguiente, pues tendría tiempo de hacerlos después.

Apenas terminó de comer, el calor junto con el deseo de estar con Minho se volvieron a hacer presentes. Se metió dentro de sus cobijas cubriéndose hasta la cabeza mientras restregaba la cara en la almohada lloriqueando por el dolor en su zona baja.

Peachy Smell.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora