ღᴄᴜᴀᴛʀᴏ

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— ¿Doctor? —preguntó Minho después de un largo silencio, pero lo único que recibió fueron escandalosas risas por parte del beta.

¿Es una broma, Minho? —preguntó Changbin riendo un poco.

Minho frunció el ceño— No es ninguna broma.

No tiene sentido lo que me estás diciendo —hizo una pausa—. Odias el olor a durazno, no es posible que no pueda olerlo.

— ¡Pero en serio no puedo olerlo! —reprochó al doctor que no le creía.

Bueno, puedes pasar mañana en la tarde para una consulta, o si lo prefieres... —Changbin revisó su agenda para corroborar—. En veinte minutos estoy libre.

— Lo veo en veinte minutos, Changbin —dijo Minho cortando la llamada.

— ¿Qué te dijo? —preguntó Hyunjin asomando su cabeza a través del marco de la puerta, viendo a Minho preparar una pequeña mochila con sus cosas para ir al doctor.

— Nos vemos en veinte minutos —dijo Minho suspirando—. Espero que no sea algo malo.

Hyunjin se acercó a él y lo abrazó, acariciando su nuca y dejando suaves palmadas en su espalda.

— ¿Quieres que te acompañe? —preguntó suavemente.

Minho se sorbió la nariz parpadeando para alejar las lágrimas de sus ojos— ¿Puedes hacerlo?

— Claro que sí.

El omega pelinaranja asintió, en verdad no le gustaba ir al hospital

— Gracias.

Deshicieron el abrazo, Hyunjin le sonrió cálidamente a Minho y caminó hacia su habitación para ponerse algo más cómodo, esperando a que Minho le avisará que estaba listo para partir directo a la clínica.

Llegaron después de quince minutos andando, Minho sostenía el brazo de Hyunjin mientras ligeros temblores invadían su delgado cuerpo. Inhaló profundamente sintiendo el olor a sustancias médicas inundar sus fosas nasales.

— Tranquilo, Minho —dijo Hyunjin mirándolo con preocupación.

— No puedo estar tranquilo, Jinnie.

— Lo sé, pero es necesario que te hagas la revisión —recordó el omega rubio llevando a Minho hasta la recepción.

— Buenas tardes —saludó la beta detrás del mostrador— ¿Tienen cita?

— S-sí —Minho aclaró su garganta—, con el doctor Changbin.

— Permíteme unos segundos —la mujer revisó en la agenda que tenía, buscando el horario que era— ¿Lee Minho?

El omega asintió.

— Sube al quinto piso, consultorio tres; ahí estará el doctor esperándote.

— Muchas gracias.

Ambos chicos agradecieron para después despedirse. Caminaron por el pasillo que conducía al ascensor y esperaron pacientemente hasta que las puertas se abrieron, dejando ver a una linda omega acompañada de un alfa.

Peachy Smell.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora