Peachy Smell.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿ

ღɴᴜᴇᴠᴇ

.

.

.

.

.

.

Decir que Minho quedaba fascinado cada vez que salía en una nueva cita con Jisung, era casi como afirmar que estaba perdidamente enamorado del alfa de cabello negro.

Habían pasado ya seis semanas desde que se vieron en la cafetería favorita de Minho gracias al travieso de su amigo en común: Hyunjin, quién lo bombardeó de preguntas acerca de, literalmente, todo el día que se la pasó con Jisung por primera vez.

Minho sonrió con alegría, tocando con su mano derecha el delicado dije que colgaba de su blanquecino cuello, sosteniendo con su brazo contrario los libros que necesitaría para la clase a la que iba.

— Buenos días, Minho —saludó Bangchan, su único amigo dentro de su carrera: un omega con olor a canela que le gustaba llevar su cabello como si fuera una fresa.

— Buenos días, hyung —Minho respondió mientras agradecía por la silla que el de cabello rojo abría para él al verlo con sus manos llenas de cosas.

— Me ha contado un pajarito que cierto alfa del departamento de educación infantil está conquistando a cierto omega que conozco —dijo el omega con olor a canela, moviendo sugestivamente sus cejas de arriba a abajo.

Minho se sonrojó provocando risas en su amigo, llamando la atención de algunos compañeros que ya estaban en el aula.

— Así que es cierto —afirmó limpiando una lágrima que salió por el rabillo de su ojo.

— ¿Quién te dijo? —preguntó Minho cubriendo sus mejillas calientes.

— No es sorpresa para nadie, Minho —Chan hizo un ademán airado con su mano—, al menos en nuestro curso se sabe qué, sino estás conmigo, estás con tu amigo poste.

— Es Hyunjin —corrigió Minho.

Chan le restó importancia

— Como sea. Te vimos entrar con un gran ramo de velos de novia un día y curiosamente, provenían de dicho alfa.

Minho arrugó su nariz al escuchar las conclusiones de su amigo. No quería hacer obvio el hecho de que Jisung le gustaba demasiado, pero parecía que ya todo su curso lo sabía.

Suspiró resignado antes de hablar: — Están en lo cierto. Jisung y yo estamos intentando algo.

Chan cubrió su boca, emocionado, por qué el lindo Minho por fin tuviera pareja; o que al menos saliera con alguien aparte de sus dos amigos.

Minho sonrió alegre, mirando constantemente el reloj después de que la clase comenzara, pues saliendo de la escuela tendría una cita con Jisung en el cine.

Después de dos pesadas y lentas horas, Minho salió presuroso de su aula mientras acomodaba sus anaranjados cabellos que se desacomodaban a medida que avanzaba. Esa vez quería sorprender al alfa esperándolo afuera de su salón.

Pero el hecho de que Minho estuviera en el edificio F y Jisung en el A, en puntas contrarias, no facilitaba la tarea y menos con su mochila llena de libros sobre economía, política, administración y demás.

— Hola, bonito —Jisung lo saludó con una gran sonrisa, tomándolo entre sus brazos cuando se encontraron a medio camino.

— Volví a fallar —dijo haciendo un puchero y abrazando también al pelinegro.

Jisung rio

— Eres muy adorable, eso es lo que sucede.

Minho deshizo el abrazo y lo miró con un puchero.

— ¿Algún día lograré ganarte en llegar?

— Quizá —Jisung se encogió de hombros—. Por lo mientras, vayamos al cine para ver qué función está disponible ahora.

Minho asintió resignado pero contento. Jisung tomó la mochila del omega colgándola en su hombro contrario a dónde mantenía la suya y ambos comenzaron a caminar.

Después de menos de media hora, llegaron al gran cine, percibiendo inmediatamente el olor de las palomitas.

— Huele delicioso —dijo Minho deleitándose con el aroma con sus ojos cerrados.

— Por cierto, ¿Cómo va tu tratamiento? —preguntó Jisung recordando que el omega estaba yendo a atención psicológica.

— Bastante bien —comentó Minho tomando un lugar en la fila de los boletos—, la recuperación física está casi completa, ya puedo percibir casi por completo cualquier olor.

— Eso es algo genial —sonrió Jisung al escuchar que tenía avances positivos.

— Y con el psicólogo vamos poco a poco. Ya puedo decir "duraznos" sin querer vomitar —afirmó orgulloso de sí mismo.

— Magnífico —Jisung lo miró sorprendido de su gran avance.

— Te prometo que en poco tiempo podrás dejar de utilizar el neutralizador, Sunggie.

— Minho —Jisung tomó entre sus manos las del omega—. Esperaré el tiempo que sea necesario para hacerlo; tu salud es lo más importante para mí.

El omega pelinaranja lo abrazó fuertemente, susurrando un "gracias" antes de separarse para poder comprar los boletos y dulces, esperando a que comenzará la función.

Una película cliché y romántica era la que habían elegido para ver en la pantalla grande. Minho reía y se sonrojaba cuando aparecían las escenas melosas de la película entre los protagonistas, mientras que Jisung miraba con ojos soñadores, deseando tener pronto algo así de lindo con Minho.

— ¿Puedo tomar tu mano? —preguntó el alfa en un susurro de manera repentina, sorprendiendo a Minho.

— Seguro —el omega deslizó nerviosamente su mano para juntarla con la del alfa, quien se encargó de entrelazarlas, sonriendo feliz al sentir como encajaban.

— Jisung... —habló Minho mordiendo su labio nerviosamente, mirando al rubio entre la oscuridad del cine, con la pantalla iluminando tenuemente sus rostros y mostrando la escena del beso tan esperada por todos.

— Sé mi novio, Minho —dijo Jisung tomando todo el valor que tenía, esperando que el omega le dijera que sí.

— ¿En serio quieres salir conmigo? —preguntó con inseguridad—, tienes que estar utilizando neutralizador cuando estás conmigo.

Jisung lo pensó a la vez que acariciaba con su pulgar el dorso de la mano de Minho.

— Tomaré el riesgo.

Minho sonrió en grande ante la respuesta del alfa.

— Entonces sí quiero ser tu novio, Sunggie.

Jisung sonrió y se acercó lentamente al omega, tragando pesado cuando sus rostros estuvieron a pocos centímetros de distancia y sintiendo el embriagador aroma a kiwi que Minho desprendía; simplemente lo volvía loco como un bobo enamorado.

Minho fue quien terminó por acortar la distancia entre ambos, cerrando sus ojos al sentir los suaves labios del contrario en apenas un toque sutil,que contenía demasiadas emociones para ambos.