ღꜱᴇɪꜱ

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— ¿Qué? —preguntó su madre ayudándolo a levantarse del piso mientras intentaba procesar lo que le acababa de decir su hijo.

— Creo que he encontrado a mi omega —repitió Jisung despacio, tratando de calmar sus latidos acelerados por la emoción.

— ¡¿Y por qué no me lo dijiste antes?! —cuestionó si madre riendo, feliz por su hijo.

— ¡Por qué tú tampoco me dijiste que sucede cuando encuentro a mi pareja! —reprochó cruzándose de brazos.

— Ni siquiera mencionaste tu repentino celo, cariño —repuso la omega ganándose una mirada avergonzada por parte de Jisung.

— Tienes razón... —Jisung bajó la mirada, pensando en lo que había sucedido hasta ese momento y soltó un suspiro desanimado.

— ¿Qué sucede? —su madre apoyó con cuidado una de sus manos en el brazo del alfa, dándole apoyo y confianza para que le contara lo que sucedía.

— Creo que él no se ha dado cuenta —dijo con una sonrisa triste.

— ¿Eso es posible? —habló su madre más para ella misma.

Jisung suspiró— Sí; cuando nos conocimos vomitó apenas escuchó cual era mi aroma.

La omega percibió el cambio drástico de humor de su hijo, podía notar tanto en el como en su lobo, la tristeza que los inundaba.

— Tranquilo, Jisung —intentó tranquilizar mientras buscaba algunas palabras de confort— ¿Dijiste... "Escuchó"?

Jisung asintió mirando el ceño fruncido de su madre que lo miraba con una mirada que no sabía cómo interpretar.

— ¿No te olió? —cuestionó en extremo, confundida.

— No mamá, creo que tenía lastimada su nariz —respondió con simpleza al recordar haber visto a Minho con vendas en su nariz.

— ¡Por eso no sabe que eres su alfa! —su mamá aplaudió como si hubiese encontrado la solución a sus problemas.

Jisung negó con una sonrisa triste— De seguro apenas me huela, volverá a vomitar.

Su madre se apartó de él y subió a su habitación, bajando a los pocos minutos con su bolso, lista para salir. 

— Ve por tus cosas, iremos a solucionar el problema.

En lo que Jisung y su madre salían de su casa con prisa, Minho respiraba profundamente sentado en una de las bancas afuera del consultorio, con sus manos cruzadas sobre su regazo en lo que esperaba a que el psicólogo que lo atendería, por recomendación del doctor beta que lo trataba, dijera su nombre.

Ese día, Hyunjin se había sentido mal del estómago y, por tanto, tuvo que ir solo a su consulta. Tratando de no parecer demasiado nervioso, se levantó de su asiento dirigiéndose a la puerta cuando esta se abrió, dejando ver a un beta alto que portaba una camisa sencilla y pantalones de vestir.

— Pasa, por favor —dijo caminando hacia su silla detrás del escritorio.

Minho cerró la puerta detrás de sí, yendo hasta el asiento frente al beta quien amablemente lo ofrecía con su brazo estirado.

Peachy Smell.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora