5

242 45 28
                                    

1702

Max, poderoso en belleza y salud, secuestró al cazador Gulf con la intención de humillarlo y convertirlo en su esposo. El castillo se convirtió en un lugar tremebundo en tan solo un día. Adueñado por la oscuridad, la humanidad perdió poco a poco la fé. Ya no serían ayudados, ahora estarían solos en este mundo de criaturas tanto buenas como malas. El generoso Drácula anterior mantenía lejos las bestias del mal, pero este... Este no veía valor en los humanos.

Un día, Gulf aguardaba silencio dentro de la enorme jaula en la sala del trono. Cabizbajo en ropas extranjeras indias como algún prostituto. De sus muñecas corrían pesados brazaletes en oro hasta su antebrazo y el estómago al expuesto. Permanecía de rodillas cabizbajo, rezando que toda esta pesadilla acabase.

—Mi querido Gulf, — Max se acuclilla tras los barrotes. Le acaricia el cuello sin consentimiento, pero el cazador no le puede restar importancia. Solo mira abajo. —¡¿por qué te comportas como un mudo y un sordo?!

Ajustó bien ese agarre en la garganta para arquear la cabeza del cazador. Este se le quedó mirando feroz. Gruñendo solo un poco.

—Ahora eres mío. El antiguo Drácula pasó a la antigüedad.

Max gruñe tornando sus ojos en rojo. Gulf se quita de encima la mano y, sacando ventaja del sedoso pantalón, gira con el impulso de sus manos y le mete una patada al Drácula justo en el rostro. Max pega un fuerte gruñido. El cazador se azota así mismo contra los barrotes para sacar sus brazos por los espacios disponibles entonces agarrar el cuello de la camisa del vampiro. —Drácula murió. Tú no eres ni serás él, ¿entiendes? Jamás me agradarás ni tampoco serviré para alguien como tú. Aunque me pongas en una jaula, me obligues a vestir lo que quieres, mi corazón solo le pertenece a alguien. Y ese es ÉL.

Max abre los ojos teniendo un pequeño derrame nasal.

—Puedes hipnotizar a las personas, pero no puedes adueñar sus corazones, Max. — Dice firme Gulf, aunque sus ojos se cristalicen. El vampiro se le queda mirando como si comprendiera la reprimenda. Realmente sintiendo esas palabras entrar a su corazón.

Pero agarra al cazador de las mejillas para besarlo. El cazador se retuerce, coloca ambas manos en el pecho contrario para empujarlo, pero el vampiro logra forzarlo a un segundo beso.

—¡Mgh!— Gulf sigue luchando por soltarse.

Max muerde su labio inferior sin siquiera intencionarlo, para cuando Gulf logra retroceder su labio inferior derrama una gota de sangre. Luce devastado de estar aquí encerrado. No quiere esto ni tampoco a él. El vampiro no puede evitar enojarse.
«¡¿Por qué no puedo tener NADA de lo que tú tenías, hermano?! Si todo lo que tenías se supone me perteneciera a mí en primer lugar. » Max piensa, irritado.

—Mañana te decapitaré frente a todos. Ya no habrá vuelta atrás, ¡¿entiendes?! — Grita Max estampando ambas manos contra los barrotes.

Gulf sí se siente triste, pero llora pensando una única cosa: —¡Por favor! No frente a mis padres. Ellos no... No merecen ver eso. Mateme aquí. Por favor.

—¿Ahora súplicas?

—Haré lo que quieras, solo... — Gatea en sus cuatro de vuelta hacia los barrotes. —por favor. — Llora arrugando su rostro por montón.

Max lo agarra de las mejillas con una sola mano, usando la velocidad sobrenatural. Ambos se miran a los ojos. Durante instantes que parecen eternos. Sin decirse nada, lo único que se escucha son los pequeños sollozos del rubio e incluso el mismo da lo mejor de sí por contenerlos.

𝐃𝐑𝐀́𝐂𝐔𝐋𝐀 𝐒𝐄 𝐕𝐔𝐄𝐋𝐕𝐄 𝐇𝐔𝐌𝐀𝐍𝐎❗•MGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora