Ansias de Libertad

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Dioses humanos? Dioses humanos!!

Atenea, Ilitia, Ares, Enio, Artemisa, Apolo, Hermes, Dionisio y Hebe, son todos hijos de Zeus, tal como lo dice la mitología, hermanos porque así lo quiso el señor, pero en este mundo, como se supone es el actual, aquí los hijos de Chronos son solo los varones Basilia, mientras que Hera, Demeter y Hestia son las hermanas Stemma...

Así que sí, Persefone no cuenta como hija de Zeus y dejemos de lado sus poderes y veamos que tal se les da ser mortales entre la juventud y la adolescencia

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Estaba en el ático después de discutir con su madre y ahora, tendida en el viejo sofá, veía el techo, exhalando el humo que nublaba todo y se fugaba por el traga luz que tenía el ático; estaba perdida en sus pensamientos y a lo lejos escuchaba el tic tac del reloj de péndulo que resonaba por toda la casa cuando se quedaban en completo silencio... Exhaló de nuevo y se bajó los lentes de sol cuando sintió las lágrimas en los ojos, en unas horas bajaría, se arreglaría y sería la perfecta hija que siempre debía ser.

Sonreiría y sería agradable... fingiría como siempre que quería estar en ese lugar, se juró y no quiso, pero sabía bien que no tenía opción, así que fumó con ansiedad de solo imaginarse un día más en esa vida y empezó a contar los días exactos que le faltaban para ser mayor de edad, "menos de un año, Artemisa y perderá toda autoridad sobre ti" se repetía como un mantra. Entre caladas siguió diciéndolo y justo cuando se perdía en una nube de humo que la rodeaba, saltó en su sitio al oír que abrían el ático.

Alarmada de ser descubierta, esparció el humo con la mano y levantándose, contuvo la respiración con la vista fija en la puerta del ático, temía que fuera su madre, porque no, claro que no, su perfecta hija, no fumaba; según Leto, Artemisa no hacía nada de lo que era en verdad, era su perfecta hija y con el corazón comprimido, fijó la vista en el suelo del que se asomó una cabellera dorada; exhaló aliviada y después molesta bramó

-¡Pudiste llamar, desgraciado!, me asustaste, pensé que era mamá- se quejó aventándole uno de los cojines volviendo a sentarse

-No esperaba que estuvieras aquí- admitió su hermano terminando de subir, cerró y se acercó a ella, quitándole el cigarro de los labios, para dejarse caer a su lado en el sofá, calando el cigarro ajeno

-¿Qué tienes?- quiso saber girando hacia él, para subir los pies a su regazo y recostarse sobre brazo del sofá- pareces aburrido

-¿Tú no lo estarías?- fue toda respuesta que obtuvo, exhaló, la miró un rato y volvió a fumar- papá vino, está abajo y mira que me trajo- le contó sacando de la camisa roja unos papeles que su hermana tomó e hizo una mueca de desagrado- exacto, son las mejores universidades de medicina, ya habló con sus directivos, porque "si no quieres derecho, entonces medicina"- recitó las palabras de su padre y bramó deslizándose en el sofá para ver el techo que veía su hermana minutos atrás

-¿Cuándo le dirás que quieres estudiar arte?- indagó recogiéndose a su lado, dejando los papeles a un lado y por respuesta obtuvo la risa burlona, corta y dolida

-No lo sé, tal vez el mismo día que quieras decirle que no quieres estudiar nada, sino viajar por el mundo o irte de voluntariado a un reserva animal- le devolvió la tetra y por eso ella le quitó el cigarro con la misma mueca de "es complicado" que tenía él y se le recostó en el hombro- ¿quieres saber la peor parte?- insistió tras segundos en silencio y del bolsillo del maletín que había descargado al lado del sofá, sacó otra- Calíope me la dio hoy antes de salir de clase- admitió y el rostro de su hermana se iluminó ante la sorpresa y emoción, pero se desvaneció al mirarle sin pizca de alegría

Los Hijos de ZeusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora