Los Hijos de Zeus

Influencia Canina

Con la llegada de Ares y Enio a casa, tras mucho tiempo sin que eso ocurriera, su familia estaba casi completa y poco le podía importar al padre... le faltaban las joyas de su corona, sus hijas y eso creaba inconformidad en su ser... tener lejos a Atenea e Ilitia, para recuperar a Ares y Enio... no era un trato justo

Atenea partió la noche hacía Atenas y aunque aún habían unas horas antes de irse, nada más llegó Ares, ella se despidió y partió hacia la ciudad en que empezaría a laborar y tras dejarla en el aeropuerto, dolió verla partir, pero era su guerrera, debía dejarla ir, lo sabía, pero poco le apetecía regresar a casa dónde ahora tenía de regreso dos problemas...

A su opinión era injusto renunciar a Atenea para obtener a Ares, pero Tras los lentes que llevaba y el caminado firme con que se abrió paso su hija, Zeus supo que nada le quedaría grande, no a ella, pero sentía que hace nada había vuelto de la universidad y ahora partía hacia la capital hasta... sabrá dios cuando

Exigió que le llamara nada más se instalara y por otra parte, Ilitia llamó desde Atenas cuando Hebe le texteó que Ares y Enio habían llegado esa tarde, así que Zeus aprovechó la llamada y le encomendó verse con Atenea, si algo llegaba a necesitar; obtuvo silencio por unos minutos y que finalmente aceptara, pero en su sitio, Ilitia colgó, pero guardaba la esperanza de no cruzarse con su medio hermana que se limitó a saber que había llegado bien y dar ese recado a su padre, pero poco más de eso

En su sitio, al momento del desayuno, Zeus tomó unos segundos para detallar a los presentes y perdió el apetito, a su diestra Hera, seguida de Ares... Enio no había bajado a comer y frente a ellos, estaba Hebe que le recogió los platos cuando se apartó de la mesa y salió de ahí sin tener claro a dónde ir, pero no tardó en encontrar ocupación

Apenas se había sentado frente al escritorio cuando recibió una llamada, el identificador le decía que era el de colegio, era sábado ¿Qué podrían querer ahora? Renegó y contestó con la idea de imponerse ante la dirección para que Hermes volviera a ese colegio y tras negarse a su pedido, exigió una explicación que le dieron y que a medida que escuchaba, palidecía

¡¿Qué había hecho que?! Colgó y salió de ahí dejando dicho que no volvería hasta el mediodía, azotó la puerta y dentro, todos exhalaron aliviados que Zeus tuviera que salir

En su auto, Zeus solo podía acelerar con cada segundo que pasaba al recordar las palabras de la directora, aceleró hasta detenerse frente a la casa de los suburbios, a la que llamó con enojo e insistencia, logrando que finalmente el moreno le abriera, lo viera y le azotara la puerta en la cara; volvió a llamar ordenándole salir, tenían que ir a otra parte

Si Hermes le abrió no fue por que quisiera, sino porque los vecinos podrían quejarse del estruendo que estaba causando su padre y le había prometido a su madre comportarse mientras ella volviera del trabajo

-¿ATACARLE CON UN PERRO?- regañaba una vez subieron al auto, rumbo a la academia al otro lado de la ciudad- ¿CÓMO DEMONIOS SE TE OCURRIÓ ATENTAR CONTRA OTRO ESTUDIANTE?

-Me debía dinero y a mí, nadie me roba- le aclaró dignándose a verle- él pidió mercancía académica, una muy difícil de conseguir, se la di y ya no quería pagar, así que le di un recordatorio- se explicó el muchacho cruzado de brazos, viendo el camino que habían tomado- además no le hizo nada grave, solo fue un par de gruñidos después de derrumbarlo y antes, unas cuantas mordidas a la ropa para que no huyera... ya que el nene de porcelana se haya traumado, no es problema mío, pero ¿Qué crees? Me pagó, ¡ves! no es que no tuviera el dinero como había dicho en un comienzo- se defendió y en su sitio Zeus se froto la frente maldiciendo en sus adentros

-¿Y te preguntas porque no quiero que vivas en un barrio del suburbio?- lamentó seguro del nulo significado que tenía su hijo de ser hombre de bien- ¡PUDISTE MATARLO!- le gritó finalmente en busca de culpa alguna