Los Hijos de Zeus

Pos Fiesta

Todas las grandes causas, no se crean de un momento a otro, toman tiempo y de repente, explotan; así surgen las estrellas, los amaneceres, todo lo más importante surge así, como golpes inesperados que cambian las vidas, para bien o para mal, tal como muchas de las situaciones existentes posteriores al baile

En su sitio, Enio seguía repitiéndose que lo de aquella noche solo había sido eso, pero Némesis impositiva como era, se negaba a salirse de sus pensamientos y tendida en el sofá de su casa, la militar miraba el techo recordando casi todo momento de esa noche después de irse de la playa.

A su opinión, Némesis tenía la culpa, todo podía haber sido un derroche de deseo y lujuria en que culparían al alcohol, pero no había sido así, el llevarla hasta su auto fue la primera tortura cuando la sintió rozarle la mano y finalmente sujetarla, como si fuesen pareja y no unas fugitivas buscando sexo casual 

¿Qué podía hacer Enio? ¿Apartar la mano y desatar su inminente furia? Suficiente milagroso era que Némesis mostrara algo de afecto y era de inteligentes evitar su furia, por lo que Enio la miró, sonrió y entrelazó los dedos hasta llegar al auto. Echó de menos su calor cuando Némesis la soltó para subir al puesto de piloto extendiéndole la mano impositiva para que le diera las llaves. 

Eso sí que no, su auto solo lo manejaba ella, lo aseguró y sin problema Némesis bajó del auto y con manos en las caderas enjuició o chantajeó más bien, "manejo o no voy, me niego a subirme a un auto, cuando la conductora evidentemente esta ebria" declaró y por unos segundos no obtuvo respuesta, solo sostenerse la mirada, para finalmente darle las llaves mientras la insultaba cuando la vio sonreír. No, no tenía derecho de verse tan bonita cuando se salía con la suya, renegaba Enio logrando sonrojar a la abogada que guardó silencio

La tercera tortura llego cuando subieron al auto y se negó a arrancar hasta que se pusiera cinturón, Enio renegó mientras lo hizo, pero todo fuera por irse de ahí antes que volviera a verla como amiga, "ya, contenta o ¿quiere algo más su alteza?" renegó y por respuesta obtuvo una sonrisa previó a un beso que le derrocó todo argumento, "te ves linda, preservando tu vida"  le juró Némesis y emprendió camino, pero... no tenía que significar nada, seguían siendo amigas, solo eso, acababa de enjuiciar, ni siquiera ella lo creyó, pero se juró que en la noche ya lo habría asimilado y todo pensamiento absurdo arranca sonrisas que haya podido tener, sería cosa del pasado

Como si de una adivina se tratara y se resistiera a dejarse olvidar, justo cuando Enio decretó que no era nada, su móvil vibró dejando ver el número de Némesis en la pantalla, tragó con fuerza y vio el número mientras sonaba; a lo lejos escuchó a Hera renegar por el ruido exigiendo que se dignara a contestar. 

Rechazó la llamada dejando el móvil en la mesa con la vista fija en la pantalla, queriendo que volviera a llamar e implorando porque no lo hiciera. La pantalla volvió a iluminarse y la reacción fue apagar el móvil y salir a entrenar, necesita golpear algo hasta reducirlo a coágulos de sangre o a falta de víctima, golpear algo hasta rasgarlo, un saco de box podría ser

Solo tenía que salir de esa casa y dejar de pensar, el aire fresco le haría bien, se juró azotando la puerta, despertando a su hermana menor que vio la hora y volvió a dormirse alcanzando a leer un llamado de auxilio que tenía en el móvil, pero por más que intentó atender, el sueño la venció. Nada que hacerle, la pobre victima solo le queda por opción renegar hasta la noche, el habérsele ocurrido tal invitación semanas atrás. 

Hermes viviría para arrepentirse de eso, al ver que ni Dionisio, ni Hebe respondían para ayudarle a ocuparse, ¿invitar a Iris a esa reunión? ¿Por qué había hecho? Llevaba todo una semana evitándola y lo había logrado, era fácil ocuparse entre clases, dedicarse a entrenar e irse antes o después suyo, pero ese día muy a las ocho de la mañana Iris apareció en su puerta con un maletín a la espalda y sonrisa radiante, pese a tener todavía el cabello húmedo.