ℂ𝕌𝔸ℕ𝔻𝕆 ℕ𝔸𝔻𝕀𝔼 ℕ𝕆𝕊 𝕍𝔼

4. ¿Que hay de ti?

Tenía unas horribles náuseas en estos momentos, aún me encontraba en posición fetal con mis manos cubriendo mi rostro, simplemente no podía mírala y su silencio me estaba mandando, quería que hablara y me dijera algo al respecto.

-¿Estas bromeando cierto?- Después de unos minutos al fin habló, pero ahora no sabía que era peor, el que no hubiese hablado durante un largo tiempo, o el que me dijera esto, aún seguía en la misma posición, no sabía cómo contestar a eso.
-Becc, ya es suficiente de bromas, dime lo que tenías que decir- al fin logré descubrir mi rostro y sentarme correctamente.

-¿Qué?

-Si, ya basta de juegos, hablemos en serio- A este punto los nervios y el temor que había anteriormente se habían esfumado, reemplazándolos por coraje y decepción, ¿cómo podía pensar que esto era una broma?.

-Tu.., en serio ¿crees que esto es una broma Freen?

-¿No lo es?

-¿Qué? No, ¡no es una broma Freen!, en serio me gustas, estoy...estoy enamorada de ti.- El desespero era notorio en mi voz, nuevamente guardó silencio, su mirada estaba perdida, en algún rincón de la casa.

-Tu..tu no puedes estar enamorada de mi- pasaron algunos minutos para volver a escucharla.

-¡Pues no pude evitarlo Freen!, la forma en la que me tratas, la forma en que me miras, tus cuidados, tu cercanía, así sea el más mínimo de los roses, haces que mi piel arda y mi que mi corazón se desborde. No sé como paso, pero simplemente me di cuenta que mi cuerpo reaccionaba de una manera diferente ha como lo había estado haciendo hasta hace un tiempo.

-Freen, yo..- Traté de acercarme y tomar sus manos, pero se alejó.

-Rebecca... yo no puedo.. no pod- Cortó sus palabras en el momento en que me acerque a tomar sus manos, esta vez me lo permitió, su mirada seguía perdida, su rostro reflejaba sorpresa, pero tristeza a la vez, yo no sabía que hacer, realmente, estaba arrepintiéndome de todo eso- ¿No te das cuenta?- volvió a hablar después de salir del trance en el que se encontraba, pero yo no sabía que me quería decir con su pregunta.

-No puedo aceptarlo- murmuró.

-¿Aceptar qué?- De verdad que no entendía nada.

-Esto, esto que sientes por mi Bec.

-Qué hay de ti eh?- Si bien, no tenía dudas de lo que ella significaba para mí, sin embargo, no podía decir lo mismo de lo que yo pudiera significar para Freen. No sé si solo se preocupaba por mí, por ser más chica que ella y sentía la necesidad de cuidarme cual niña pequeña o si algo dentro de ella había cambiado respecto a mí. Me sobresalté, cuando entrelazó sus manos con las mías, las cuales minutos antes solo yo sostenía, mientras las de ella estaban inmóviles.

-Podría ser tu hermana Becc- Alejé mis manos bruscamente.

-¡Joder Sarocha! Solo dime que carajos sientes por mi- La miré a los ojos, ella podía notar lo molesta que estaba.

-Tranquilízate un poco Becc.

-¿Como me pides eso?! Solo responde y ya.

-Becc, por favor, no empeoremos las cosas- trató de acercarse a mí, pero se lo impedí levantándome del sofá en el que nos encontrábamos sentadas.

-Freen, si no responderás a mi pregunta, es mejor que te vayas, quiero estar sola.- Estaba haciendo lo posible por no soltarme a llorar en esos momentos, me sentía triste, molesta, decepcionada y estúpida, por un momento llegué a pensar que ella podría sentir lo mismo, por un momento creí que ella me vería como algo más.
Vi como comenzó a caminar hacía la puerta lentamente y una parte de mi quería correr tras de ella y decirle que no me dejara sola, que no importaba de que forma, pero que la quiera en mi vida, pero no lo hice, me tumbé en el piso y al momento que ella salió cerrando ligeramente la puerta, me solté a llorar, jamás había llorado de esta manera, jamás había sufrido por alguien, jamás pensé que sufría por ella, definitivamente el que se haya ido, me indicaba que nada de lo que yo sentía por ella era recíproco, todas esas esperanzas que alguna vez llegué a tener se habían ido junto con ella por esa puerta.

[.....]

Llevaba casi tres semanas sin hablar con Freen, por la tarde, después de que se fue, recibí un par de llamadas, que por su puesto, no conteste, también recibí un par de notad de voz, pero igual las ignoré, todos los días me escribía y me dejaba notas de voz, por las noches me llamaba, pero seguía ignorándola, no me pregunten de dónde saque el valor para hacerlo, ni yo misma se, varías veces estuve a punto de tragar mi orgullo y responderle, decirle que la extrañaba y que quería que todo fuera como antes, que no importaba que ella no me viese de la misma forma que yo, que solo quería tenerla de vuelta. Pero no, no podía permitirme hacer eso, así como tampoco podía evitar sentir todo esto y se que sin importar que haga, lo nuestro jamás volverá a ser igual.
Últimamente no había podido dormir bien, me la pasaba llorando en cualquier rincón de la casa, casi no comía y si no fuese por que soy madre de un hijo perruno al que debo mantener, ya me hubiese tirado por un acantilado, bueno tal vez exagero un poco, pero de verdad no estoy bien.
Hoy tenemos una entrevista con el elenco de SCOY, si fuera por mi, no iría, pero tengo un contrato que cumplir, no estoy lista para verla y si tan solo fuera eso, debo estar junto a ella, debemos cumplir con un FanService, no se si pueda hacerlo.

Pero como dije, tengo un contrato que cumplir, así que ahí estaba, sentada mientras mi cabeza reposaba en la pared, permanecía con los ojos cerrados, principalmente por que no quería verla, pero también por que moría de sueño, sentí como alguien se sentaba al lado mío, pero no le di importancia, no hasta que su olor inundó mis fosas nasales, quería abrir los ojos y cerciorarme de que en verdad era ella, aún que no había dudas, ese olor, era único en el mundo, estaba luchando internamente en no verla, pero no podía, esas ganas de verle eran mucho mas fuertes que yo, la extrañaba, la extrañaba como no tienen idea.

-¿Becc?- Su voz, su maldita voz, que me volvía loca, entonces no pude más y abrí los ojos, giré el rostro unos centímetros y la vi, vestía de negro y a mi me fascinaba lo bien que le quedaba ese color, detalle su rostro, tenía un leve maquillaje que si ponías atención, dejaba ver levemente las pequeñas ojeras que se habían formado bajo sus ojos, sus labios tenían un leve brillo que los hacia resaltar, posee mi mirada en su cabello, lo dejaba caer de manera descuidada sobre tus hombros, nuevamente me volví a sus ojos, no tenían el mismo brillo de siempre, se veían tristes, apagados, igual que los míos.
Estaba tan absorta mirándola, que no me di cuenta de que sus ojos, estaban clavados en mi, esperando una respuesta.

-Chicas, estamos al aire en dos minutos, deben venir- No me dió tiempo de responder, mi mirada se fijo en la chica que nos llamaba, no lo pensé dos veces y huí de ahí lo mas rápido que pude, escuché que Freen me llamaba, pero no hice caso y seguí caminando, no quería hablarle, no aún.
Saludé y tomé asiento junto a uno de los chicos, minutos después vi como Freen se sentaba en el único lugar vacío, junto a mí.
Por indicaciones debíamos estar cerca y compartir abrazos de vez en cuando, cosas así, nunca había sido problema para nosotras, no necesitamos que nos lo dijeran, siempre lo hacíamos, era algo natural entre nosotras, pero hoy, hoy no podía, por más que quisiera su cercanía de vuelta, no podía, me dolía.
Cuando nos lo pidieron, dejé que ella me abrazara, la extrañaba. Su toque, solo me hizo querer llorar, de vez en cuando acariciaba mi mano, mi cabeza y yo la de ella, solo, quería que esto terminara rápido e irme a casa a llorar desconsoladamente.
Cuando por fin acabó la entrevista, nos felicitaron por lo bien que estuvo todo, pues si bien, esta vez no hubo tanta interacción FreenBecky, tampoco se dieron cuenta que algo pasaba, debía sacarle provecho a mi gran actuación, nadie debía saber de mis problemas con Freen, después de un rato, tomé mis cosas, me despedí de todos en general y salí de ahí, no había más por hacer el día de hoy, estaba a punto de salir de las sala, cuando la escuche llamarme y llegar a mí, deteniendo mi paso.

-¿Podemos hablar?- No quería estar así con ella, no podía, me dolía, me lastimaba, tampoco quería que todo mundo se enterara de esto, así que accedí.

-Esta bien, pero no aquí- Quería que mi voz sonara firme, pero en cambio, se notaba que en cualquier momento me echaría a llorar.

-¿Quieres que vayamos al café de siempre?- Su voz sonaba triste, apagada, su rostro reflejaba miedo, como si temiera que huyera de ahí.

-Preferiría ir a casa, ¿Te parece?- Si íbamos a hablar, necesitábamos un lugar mas íntimo que un café. Asintió con la cabeza y me miraba esperando que le dijera algo mas.

-Te veo haya- no esperé a que respondiera, me marche lo más rápido que pude, subí al auto y me mantuve viendo por la venta todo el recorrido a casa, aunque mi mirada se podaba en el exterior, mi mente estaba en otro lado, eran tantas emociones las que albergaban en mi cabeza, no sabía en que pensar o como sentirme realmente.