The Incubus System [1]

Capítulo 115:

Capítulo 115: Bañera de hidromasaje sexy I

Mis pies entraron en una sala de spa VIP.  Mis ojos miraron a su alrededor.  Al igual que la habitación de Pearl, que estaba dominada por el azul, esta habitación también estaba dominada por el mismo color.  Un jacuzzi lleno de agua tibia estaba en el medio de la habitación.  A un lado, una mesita llena de un par de copas y botellas de vino.  Al otro lado, una pequeña habitación con una puerta de vidrio.  Una gran ducha encima estaba rodeada de tenues luces amarillas.  Las toallas y la aromaterapia estaban en otra mesa cercana.  Una tumbona suficiente para dos personas estaba al otro lado de la habitación.

sonreí.

"Seguro que sabes cómo divertirte", bromeé.

Ella se rió.

"¿De qué estás hablando?  Soy un Kraken, por supuesto, tengo un lindo lugar como este”, respondió ella.  Su mano tiró de mí, llevándome al borde del jacuzzi.

Al lado de la tina, sus manos se movieron para desabotonar mi camisa una por una.  Sus piernas se convirtieron en tentáculos y vertió el vino en uno de los vasos.  Me trajo el vino con su tentáculo, sin preguntarme si lo quería o no.

"Para ti."  Ella sonrió.

"¿Todavía quieres emborracharme?"  bromeé.

Se acercó más, sus labios casi tocando los míos.  Sus ojos se clavaron en los míos.

“Sé que no te vas a emborrachar solo con esto”, sedujo.  Luego sus manos me quitaron la camisa y la dejaron caer al suelo.

Tomé el vino de ella y tomé un sorbo.  Mis ojos la miraron con una mirada seductora.

"Entonces... ¿Todavía quieres domesticarme?"  Adivine.

Su mano tocó mi cuerpo desde mi pecho hasta mis abdominales.

“No voy a negar eso…” Luego su mano bajó de nuevo y frotó mi polla de abajo hacia arriba lentamente.  Algunos de sus tentáculos se aferraron a mí.

“Uff…” gemí suavemente mientras disfrutaba de su toque.

“Pero hoy…” Sus manos bajaron mi cremallera, se metieron en mis pantalones, frotaron mi pene y me hicieron cosquillas con sus dedos, despertándolo de su sueño.

“Quiero jugar contigo…” Su mano acarició mi polla y la sacudió lentamente.  Sus tentáculos bajaron mis pantalones y mi ropa interior.

Me reí.

"¿Que quieres jugar?  ¿El mismo juego que jugaste con esas prostitutas?  Supuse de nuevo.

“Lo hice porque quería que se lo pensaran dos veces antes de dedicarse a esta profesión.  Algunas mujeres tienen aficiones peores que las mías y es posible que algún día consigan un cliente así.  Además…” Sus manos subieron desde mi pene medio duro hasta mis abdominales y pecho.

“Quería encontrar a mi hombre”.

"¿No lo hiciste para disfrutar de sus expresiones?"

“Eso es un bono para mí…” Sus manos se envolvieron alrededor de mi cuello.

“Pero ahora… nada se puede comparar con tu expresión cuando llegas al clímax”.  Acercó sus labios a mi oído.

"Me gusta mucho …"

“Entonces hazme…” Sonreí, mis ojos fijos en los de ella mientras apartaba sus labios de mi oreja.  No negaría que, como íncubo, realmente disfruté este tipo de cosas.  Sus tentáculos me quitaron los zapatos y mis pies se movieron para que ella pudiera moverlos con facilidad.