Recuerdos de Alina

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El quería ver lo que estaba haciendo pero no lo iba a hacer así que me puse de lado mirando para el frente donde estaba el con el móvil en las manos
–¿Te parece bien si vemos una peli?
–Acepto si es una de terror o de drama
–Vaya así que te gustan las pelis de miedo
–No soy igual al resto de las chicas con las que te has liado o has tenido un rollo de una noche-digo cogiendo el mando de la mesita de noche enciendo la tele poniendo Netflix en la sección de terror
–Pon esa
Pongo la de vampiros asesinos, Tristan aveces pegaba saltitos de la cama a lo que yo me reía sin que el se diera cuenta por mi cabeza paso una idea maléfica en el momento donde salían de sus escondites se me ocurrió darle un buen susto, conte en mi mente a la de una a la de dos y a la de tres pege un grito el cual el se asustó cayéndose de la cama del bote que pega me estaba riendo a carcajadas de la cara que había puesto
–No tiene ninguna gracia pecosa
–Para mi si la tienes estayando más en carcajadas
–¿No me vas a ayudar a levantarme?
–Te puedes levantar tu sólito no te has roto nada además seguro que me intentas tirar a mi también-digo volviendo a poner lo que queda de película, se vuelve a subir a la cama tocandose la parte adolorida del trasero.
Cuando termina la película bajo a la cocina a hacerme un chocolate blanco caliente, ya echo el chocolate lo dejo encima de la mesita del santo me echo una manta por encima de los hombros cojo mi taza me siento en el sillón donde se sentaba mi padre frente la chimenea y empiezo a recordar cuando de pequeña el me contaba historias de cuando era pequeño o cuando el se iba a pescar o cuando hacía figuritas de madera con mi abuelo el último día que estuve con el me contó cuando una aventura en su viaje a Berlín hasta que tuvo ese accidente, para cuando me quiero dar cuenta mi hermanastro estaba a mi lado
–¿Que haces aquí?–digo limpiandome las lágrimas con la manga de mi pijama
–Había bajado aver donde estabas y te he visto aquí mirando la chimenea ¿por que estabas llorando?
–¿Para que me buscabas?-digo evitando su pregrunta
–Conmigo no va a funcionar lo que estás intentando hacer dime por que llorabas
–Tristan no quiero hablar de eso –digo levantándome a la vez quitándome la manta y cogiendo la taza para llevarla a la cocina y dejarla en el fregadero, Tristan me sigue a la cocina e insiste en que se lo diga pero lo ignoro subiendo las escaleras el hace los mismos pasos que yo
–Que buenas vistas hermanita –dice mirándome el culo
–Capullo no me mires el culo que para eso ya tienes una novia a quien mirarselo
–Eso no significa nada tengo ojos para mirar libremente.

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