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Un mes sin Minho.

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Oh no, ya había pasado demasiado tiempo y parecía no haber esperanza de que Minho volviera. Era como si la tierra se lo hubiese tragado, pero eso es imposible, por lo que Felix se aferraba a la idea de que no podía desaparecer así como así.

Pero las palabras de Jisung resonaban en su cabeza: "¿Algo iba a cambiar?"

El lo amaba ciegamente pero Minho nunca lo notó y eso podría estar bien hasta cierto punto.

Chris le reprochaba siempre el mal que le hacía.

Hirió a su rayo de luz por un amor que no era correspondido.

Y la última persona que le mostró apoyo incondicional se estaba alejando por su capricho.

Porque Minho era eso; un capricho.

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Era lunes y aunque tenía clases, había perdido las ganas de hacer todo y su compañero peludo lo había notado todo.

Lo veía llegar y derrumbarse frente a su puerta, llorar, insultarlo e insultarse de mil formas. No lo iba a culpar, realmente lo había herido demasiado y hasta el mismo de quería golpear por dejarse manipular por Hyunjin.

Felix no merecía nada de lo que estaba pasando. En menos de un mes se dio cuenta de que el odio que Hyunjin tenía hacia él no tenía ningún sentido, el tipo es un ánge. Todo el mundo a su alrededor podría notarlo, excepto por él mismo.

Porque la única persona que quería que lo notara no lo hacía.

Buenos días, Mini-Minho. — lo decía acariciando a Minho que se recostó sobre su estómago. — ¿Es tarde, verdad? Creo que no iré a la escuela, tampoco es como que importe tanto.

Minho quería abrazarlo y pedirle perdón por todo lo que causó, pero no podía por estar atrapado en el cuerpo de un peludo felino.

Y así paso el día, Felix acostado y Minho acurrucado a su lado. Ninguno de los dos tenía ganas de hacer algo más.

Creo que debería comer, aunque no tengo hambre. — pensó un momento mientras el felino lo miraba atento. — Tu debes estar hambriento, ¿vamos a comer, si? Necesito nutrirme para seguir con este duro trabajo de deprimirme.

Entre cariños de Felix, ronroneos de Minho y dos corazones tristes sanando con la compañía del otro cayó la noche.

[♡]

Felix despertó con un dolor de cabeza insoportable, tal vez llorar hasta quedarse dormido no era buena idea. Maldijo al Felix de la noche anterior y trató de levantarse a buscar pastillas para el dolor de cabeza.

Pero no pudo.

Estaba atrapado en un abrazo.

Miro a un lado asustado creyendo que algún psicópata había entrado a su casa pero solo se encontró con un somnoliento Minho quejándose de que era muy temprano.

Y como si no lo hubiera visto por años se lanzó a abrazarlo, las lágrimas caían como si sus ojos no se hubieran secado la noche anterior y no le importaba si era su mente haciéndole una broma o un sueño, pudo ver el rostro de Minho una vez más.

Esto hizo que el contrario despertara por completo correspondiéndole el abrazo como si tratará de decirle que volvió, que es real y que no planeaba irse de nuevo, dejó un suave beso en la mejilla de Felix que lo tenía aún atrapado entre sus brazos, pero tampoco es como si quisiese que lo soltara.

Hola y lo siento.

Todo el tiempo que estuvo ahí solo pensó en disculparse lo más pronto con él por todo el mal tiempo que lo hizo pasar.

Eso no importa ahora, sólo...¿Dónde estuviste? ¿Qué sucedió? ¿Estas bien?

Iba a ser una explicación muy larga.

Cat-astrofe | Minlix |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora