La habitación era pequeña, apenas una cama y una cómoda cabían en ella. Las mucamas se habían ofrecido a guardar sus pertenecías, pero Jungkook se negó amablemente, por el momento solo quería un rato a solas, además de que no le gustaba que personas desconocidas tocaran sus cosas.
Se sentó sobre la cama al ver como la puerta se abría, apretó los puños esperando que se tratara de su reciente alfa.
– Su majestad – Relajo su semblante tan pronto vio al omega de servicio – La cena está servida.
– ¿El rey esta cenando? – El otro omega asintió tímido – Iré en un momento – Sonrió con amabilidad dejando que el contrario se marchara.
Se levanto de cama y reviso sus ropas y el maquillaje que le había quedado de la ceremonia, todo parecía estar bastante bien. Deslizo sus manos por su corset y se apresuró a bajar al comedor.
No lo había notado, pero el castillo de Taehyung era bastante oscuro. Los colores grises predominaban.
Llego hasta el gran comedor, el alfa estaba a la cabeza de la mesa, levanto la mirada tan pronto Jungkook estuvo al frente. En silencio el príncipe se aproximo a sentarse en el otro extremo.
– Ahí no – Mascullo Taehyung mientras arrancaba un pedazo de carne.
– ¿También comeré con los de servicio? – Pregunto sin temor, Taehyung lo miro con un gesto de fastidio.
Con su pierna pateo la silla a un lado de él.
– Siéntate ahí – Le ordeno, Jungkook miro la silla salida y suspiro – ¿No escuchaste?
– Me sentare donde pertenezco – Sentencio alisando la servilleta sobre sus piernas – Ya no soy un príncipe.
– Mocoso – siseo el alfa apretando el tenedor – No eres mas que un consentido, obedece y muévete de ahí – El omega frunció el ceño.
– No – El alfa lo miro casi sorprendido, empuño el tenedor en su mano y lo encajo en la mesa con fuerza, Jungkook se sobresaltó por el sonido.
Taehyung se levanto y con evidente molestia tomo a Jungkook por el brazo para levantarlo con fuerza. El omega soltó un chillido de dolor al ser jalado.
– ¡Escucha bien niño! – Le grito mientras lo jalaba hasta el lugar a un lado de él – Estas en mi maldito reino y aquí se hace lo que yo ordene – Jalo la silla lo sentó con fuerza.
Jungkook lo miro aterrado.
Sus bonitos ojos se volvieron mas grandes de lo que ya eran, bajo la cabeza y se cubrió la boca con su mano.
Taehyung lo miro con atención, un poco más tranquilo, pero seguía con ese ceño fruncido capaz de poner a temblar a cualquiera.
Se sentó de nuevo y volvió a comer.
Aunque no podía ignorar el como el omega a un lado de el comenzaba a llorar silenciosamente.
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NARCISO | Taekook / Omegaverse
Fanfiction𝐓𝐊 | El despiadado rey Kim Taehyung tuvo un gran acto de bondad, uno realmente difícil de adjudicar a un tipo como él. Nadie jamas en el reino de Gorse se hubiera imaginado que el rey ayudaría a un omega malherido que encontró en el bosque, sin em...