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Tengo que ser fuerte, sé que mis padres hacen todo a su alcancé para yo tener una vida cómoda, no puedo tirar la toalla

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Tengo que ser fuerte, sé que mis padres hacen todo a su alcancé para yo tener una vida cómoda, no puedo tirar la toalla. 

Al día siguiente, tomé mis maletas y tanto mi mamá como papá salimos de la casa. 

Visualicé como se deslizaba una lagrima por el ojo izquierdo de mi madre.

— Mamá no llores... esto esto, es normal. Las familias adineradas siempre pierden algo, a nosotros nos toco perder nuestra fortuna, pero ya se me ocurrirá algo. —Traté de calmarla. 

Mi madre sólo sonrió y asintió. 

— Jennie tiene razón cariño, ya vendrán cosas mejores... —Habla. 

Todos subimos al coche y tomamos rumbo a nuestra próxima casa. Era un barrió lleno de habitantes, casas más o menos, pero está bien. 

Mi padre dejó de conducir y nos bajamos del coche, con nuestras maletas. 

— Familia, aquí viviremos. 

No es como nuestra antigua casa, pero al menos es un hogar. 

— Está super mono!—Dije. 

— ¿Cierto qué sí?—comentó papá tratando de alentar a mi madre. 

Entramos a la casa, chequeando todo. 

Dos pisos, tres habitaciones, dos cuartos de baño, una cocina, un jardín, garaje y patio externo. —Sonreí al ver una pequeña tortuga pequeña— La tortuga se arrastró hacia mi. 

— ¡Hola pequeñina! ¿Cómo te llamas?—Me agaché acariciándola leve—. ¿Quieres un nombre? ¿Qué tal...Mu mu? ¿Te gusta? 

Sí, bueno hablaba sola. 

— Hija, ¿Puedes ayudarme con las maletas?—dijo mi padre. A lo cuál asentí. 

Salimos de la sala y nos dirigimos a tomar las maletas. 

— Jennie... Necesito hablar contigo. —Visualizó que nadie estuviera por ahí. 

— ¿De qué?

Tragó saliva. 

— Tú madre y yo, nos vamos a divorciar... —soltó. 

— ¡Qué chistoso!—Solté una carcajada—. ¿Una broma, cierto?

— No. —Negó. 

Sentí mi corazón agitarse. 

— ¿Por qué mierda no estás haciendo esto? ¡Ah!—Lo tomé de la camisa—. ¿¡Tienes otra mujer, papá!? ¡Respóndeme! 

Mi papá sólo se limitó a quedarse en silenció. 

— No es cierto, ¡No es cierto!—Mis lagrimas caían y brotaban—. Por favor... 

Al decir está ultima palabra, siento desmayarme y perder la conciencia. 

— ¡Jennie, hija! ¿Estás bien? ¡Despierta, Hija!—Sentí como mi padre me cargaba. 

Me llevó a mi habitación, despojándome en la cama. 

Un error, confiar en ti... 

Sabiendo que la abandonaría. 

No cuentes conmigo... 

Historia de mi vida personal (: 


𝐁𝐚𝐛𝐲 𝐜𝐚𝐤𝐞 [𝐉𝐞𝐧𝐥𝐢𝐬𝐚]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora