Enamorandolos (Pausada)

5: Nueva estrategia

- ¿Hola? - Preguntó una voz masculina desde el otro lado de la línea telefónica.

- Hola, Jackson - habló ella -. Soy Rapunzel.

- Oh, no te vi en el colegio.

- Eso era lo que te quería explicar - la rubia fingió un estornudo -. Estoy resfriada, y tengo un poco de fiebre, por eso no fui a la escuela, y tampoco podré ir a tu casa hoy.

- Vale... - Jack sonaba desilusionado - Espero que mejores.

- Gracias - Rapunzel tosió falsamente -. Adiós, Jackson.

- Adiós.

Rapunzel terminó con la llamada y dejó su móvil en el escritorio, recostó su espalda en el respaldo de la silla blanca que se encontraba en frente del mismo y suspiró.

A ella no le gustaba mentir, pero debió hacerlo. Rapunzel no estaba resfriada, pero se había arrepentido de ir a las casa de Jackson Frost, ya que tenía miedo. Miedo a no saber como comportarse, miedo al no saber como se sentiría ir a la casa del peliblanco, miedo a equivocarse.

Le había mentido a su madre, diciéndole que le dolía el estómago y por eso había logrado no asistir al colegio. Rapunzel nunca le había mentido a su madre, pero ese día ni siquiera lo había pensado, sus impulsos fueron más fuertes que su lógica.

La rubia cogió su móvil y observó sus contactos, presionó en la pantalla a la persona indicada y luego llamó.

Uno. Dos...

- ¿Hola? - Contestó la persona desde el otro lado de la línea.

- Kristoff - Rapunzel se alivió al oír la voz de su ex novio -. Te necesito.

- En menos de treinta minutos estaré allí.

...

Mérida caminaba a paso apresurado por la acera, se dirigía a la casa de Rapunzel, ya que le había parecido extraño el que no hubiera ido al colegio sin avisarle.

La pelirroja acomodó la falda que estaba utilizando en aquel momento, debía hablar con Rapunzel acerca de eso, ya que no quería continuar con aquel plan.

Cuando llegó a la casa del su amiga, vio un auto negro aparcado allí, lo cual le pareció extraño, ya que Gothel no tenía auto y su novio Pitch tampoco. Sin embargo, le parecía familiar.

Mérida caminó hacia la puerta y golpeo tres veces la madera blanca, la cual luego de unos minutos se abrió, dejando ver a Gothel con un delantal de cocina sobre su ropa.

- Hola, querida. - Saludó la mujer de cabello negro para luego sonreír con amabilidad.

- Hola, Gothel - saludó Mérida -. ¿Está aquí Rapunzel?

- Claro, está en su habitación - respondió y se hizo hacia un costado, dejando pasar a la pelirroja -. También está Stoff.

- ¿Stoff? - Preguntó Mérida sin comprender.

Gothel asintió con la cabeza y cerró la puerta para luego dirigirse a la cocina, dejando a la chica más que confundida.

Mérida subió las escaleras, intentando comprender quién era Stoff, ya que nunca había oído hablar de esa persona. Cuando estuvo frente a la puerta color violeta con diferentes soles amarillos pintados aleatoriamente sobre ella, se detuvo, extendió su puño y golpeó suavemente la madera.