Aire salado y el óxido en su puerta. Nunca necesitó nada más.La simple acción de tomar y girar el picaporte se sintió como si lo agarraran por los pies y lo atrayeran al mundo violentamente. El color rojizo en las esquinas por la antiguedad de la puerta lo recibió como un abrazo del que querría escapar lo más pronto posible.
Aún así, cuando entró y su padre lo saludó, le sonrió como el buen hijo que era. Él lo esperaba con la merienda lista a pesar de que fuesen casi las once de la noche. Un mate recién hecho y un par de medialunas. Se escuchaba la tele de fondo, seguramente algún noticiero. Pudo oler la vainilla en el lugar. Su padre había prendido velas aromatizantes, de esas que le regaló por su cumpleaños.
Estuvieron charlando en la cocina hasta que el reloj marcó las once y media. Mientras el señor Son lavaba las últimas cosas, HeungMin fue hasta el baño para poder pegarse una buena ducha.
Una vez dentro, dejó que el agua tibia se llevase todo lo que se debía llevar. Casi al instante recordó la noche en la que Cristian y él habían intimado. Mientras se enjuaga el shampoo se sonroja, ansía la llegada de algún encuentro parecido. Alguna mirada, algún beso, alguna sonrisa. Algo.
Cuando sale se siente más fresco, no tan machacado. Se revuelve el cabello con la toalla y camina hasta su cuarto, donde se tira hacia la cama y entra a la galería de su teléfono. Allí se encuentra con fotos de paisajes, comidas, la ropa del día, fotos con amigos.
Se encuentra con esa foto: el mar, olas tranquilas, un poco de arena y la luna, brillante como ninguna otra cosa. Casi puede escuchar como el agua se enreda en si misma, casi oye la voz de Cristian. La luna, su mejor amiga, sabe que esa noche pudo amarlo como siempre quiso.
Aún es confuso para él. El cordobés no es la persona más fácil de leer. Eso, o él es muy malo para analizar a las personas. Más temprano, en el micro, se despidió como lo hizo con el resto de compañeros: un simple "nos vemos" y una mano a lo lejos. Aunque pensándolo bien, tampoco podría pedirle más. Seguían siendo simples amigos.
Más tarde, en la cena con su padre, Julián le mandó un mensaje invitándolo a pasar la tarde en su casa al día siguiente. HeungMin no saldría en todo el fin de semana porque quería estar disponible por si el cordobés lo invitaba a hacer algo. Uno nunca sabía.
Una vez que se recostó para dormir, luego de ver decenas de vídeos analíticos de la Premier League, opiniones y predicciones de próximos partidos, sintió como su teléfono vibraba en su mesita de luz.
Al sostenerlo en sus manos, casi se le cae en la cara. Era un mensaje suyo.
"Veamonos atrás del supermercado mañana."
Enseguida, con un colorcito en el rostro, le respondió.
Se hundió entre las sábanas con una sonrisa que intentaba ocultar para no avergonzarse a si mismo. No podía creer que un chico lo tuviera de esa manera, tan débil, tan sensible, tan suyo que era motivo para querer ocultarlo. Era demasiado.
Esa noche le costó un poco poder conciliar el sueño, ansioso de ver a Cristian la mañana siguiente.En un sueño, los dos estaban en un gran y despejado campo, sentados sobre una mantita color celeste y blanco. A lo lejos podía ver un par de árboles gigantes, el pasto los recibía con un verde intenso y el cielo no podía estar más brillante.
Los recorría una brisa similar a la de la playa, fresca y nueva. Una brisa que calma dolores, que te deja como nuevo.Casi como si fuese un cortometraje, estaban ambos vestidos de blanco.
Cristian estaba descansando sobre sus piernas mientras HeungMin jugaba con su cabello, ambos invadidos del calor del sol. Se decide por apartar la vista de las pocas pero hermosas flores que los rodeaban para tomar su rostro con las manos y dejar un beso sobre sus labios. Al separarse, el cordobés pone esa sonrisa que conoce a la perfección y comienza una rara especie de pelea de cosquillas. Allí, en un campo extenso sacado de un cuento de hadas, en el sueño de un chico enamorado.
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NEVER MINE TO LOSE: cutison
Random"Agosto terminó como una botella de vino, porque nunca fuiste mío." A HeungMin le gusta Cristian, y a él le gusta el azul.