Capítulo VIII

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Kamari, Nórderfil, 10 de Abril

El odio había hecho del joven Chavalier una persona rencorosa y resentida, que lo único que habían hecho los años fue alimentar los sentimientos negativos por la monarquía.

Ahora lo único que pedía su alma era la venganza por la muerte de su padre.

Kahos bajó del caballo justo a las afueras de Kamari, se acomodó la capucha de la capa para ocultar su rostro y anduvo por el caminillo en medio del jardín hacia el palacete.

Tocó un par de veces la puerta y abrió una chica joven.

— ¿Le puedo ayudar en algo, sir?

— ¿Se encuentra Madame Lourdes?

— pase. — lo invitó al recibidor.— espere aquí, le avisaré a la señora. Disculpe, ¿Quién la busca?

Levantó un poco la cabeza a modo de que solo pudiera verse su boca, la sonrisa que le dedicó el joven fue tan encantadora que a la joven Mucama casi la hizo suspirar.

— Dile que un viejo amigo, muero por ver su reacción en cuanto me vea

Encantada, la chica se adentró a la mansión y fue a avisar a la señora, la cual se encontraba extrañada de tener visitas esa noche, pero la curiosidad la hizo ceder.

— Buenas noches, ¿le puedo ayudar en algo?— preguntó Lourdes al llegar al recibidor, llevaba una bata de satín que cubría el atrevido camisón con el que solía dormir

Exudaba belleza, elegancia y sensualidad, los años le habían asentado de maravilla.

— No creo que estas sean formas de saludar a un viejo amigo

La Institutriz se cruzó de brazos, haciendo más apetecible lo que ocultaba discretamente tras la bata.

— ¿Disculpe?

— No me digas que no me recuerdas, Catana— el joven se quitó la capucha dejando por descubierto su rostro

La mujer hizo una mueca al escuchar el Seudónimo, pero al ver el rostro de su inoportuna visita, se quedó pálida.

Khaos sonreía con malicia, su imaginación no le hacía ni pizca de justicia a la cara que tenía en ese momento  Catalina.

— ¡Ca–caspian!— exclamó horrorizada

El joven era la viva imagen de su difunto padre, el cabello negro, las facciones duras y marcadas, el característico atractivo, la sonrisa encantadora con aire pícaro y  los ojos negros penetrantes y avasalladores.

— Khaos— corrigió.—belleza, Cuéntame qué ha sido de tu vida.— el joven se encontraba de lo más encantado con la situación, al contrario de Lourdes, la cual tenía los ojos desmesurados y casi estaba temblando.

— ¡¿Qué haces aquí?!

— No sabía que la corona te impedía visitas de media noche

— Vete, por favor, no me quiero meter en problemas por tener contacto con un Chavalier.

— y con el peor de los Chavalier.— aclaró el chico, burlón

— Vete— dijo Madame Lourdes, con firmeza

— Bien, solo aclárame una dudita, una chiquita.

—¿Qué?— la institutriz moría de nervios

— ¿Cómo es la princesa Anthéia?— la pregunta tomó a la mujer desprevenida, pero aún así respondió

— Pues... es inteligente, suspicaz, audaz, dedicada...

Chavalier rodó los ojos hastiado.

— Me refiero físicamente.— eso la descolocó aún más

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⏰ Última actualización: Jan 29, 2024 ⏰

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Nórderfil© [Saga Evreavabia Libro I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora