Nacimiento

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Mi historia comienza un 10 de agosto del 2002 (Si, justo ahora tengo 20 años) Me llamo Leah Andreina Smith Alvarez, y vengo a contarles “Mi dulce secreto”, dicen por ahí que el nacimiento de un bebé siempre es algo hermoso, pero como todo también tiene sus complicaciones.

Mi madre sufrió mucho al tenerme, lo cual no le quita que haya sido un momento lindo, pero no hay que negar la angustia, la desesperación y el miedo que vivió en el parto; ella nombró ese complicado momento como “doloroso pero lindo” aunque la verdad yo no puedo apreciar lo lindo, pero que más da, les contaré cómo fue todo.

Ese 10 de agosto del 2002 mí mamá estaba a nada de ir a dormir, iba caminando hacía el cuarto, hasta que, se tuvo que devolver al baño por “unas ganas de orinar” al momento de terminar se dió cuenta de que había reventado fuente, y en su momento de desesperación empezó a gritar llamando a mi abuela y mis tíos (pues lamentablemente no tenía el apoyo de mi papá, ya qué se habían separado) mi tío cómo puede le marca a un taxi desesperado por la situación, pues tenían miedo de que mi madre me tuviera en plena sala de nuestra casa.

Al llegar el taxi, fueron al hospital más cercano, cuando ingresan, el doctor se lleva a mí mamá hacía la sala de partos, justo en este momento entenderán el segundo párrafo de está historia.

Ya estábamos en la sala de partos, mi madre era primeriza y yo ochomesina (Algo muy común en mí, ser impaciente) lo cual hacía que el parto fuera más delicado, mi mamá estába nerviosa y eso no le permitía a los doctores llevar a cabo mi nacimiento, aunque tampoco por eso defiendo que los doctores hayan hecho lo que hicieron.

Mientras mi madre pujaba, cerraba las piernas, cosa que dificultaba el parto, pues yo no podía salir así, hasta que un enfermero llegó y se montó encima de ella empujando hacía abajo, pero termino reventando su costilla. Yo no salía aún, pues mí mamá seguía cerrando las piernas.

El doctor vino y le dislocó la rodilla derecha a mi madre para que no la siguiera cerrando, habían pasado 10 horas de parto con mucha oxitocina (pitocin), por si no la conocen, está medicina es para iniciar las contracciones o hacerlas más fuertes y así a la persona que este en el parto se le haga más fácil supuestamente.

El tiempo pasaba, y yo me estaba quedando sin líquido amniótico, por ende me estaba quedando sin oxígeno, luego de 2 horas, mi madre logra dar a luz, pero no me pudo ver, pues los enfermeros me llevaron a cuidados intensivos neonatales, ya que nací con la cabeza deforme, duraba unos minutos más dentro de mi mamá y moría.

La pesadilla no terminaba, nací con frío en los pulmones, incompatibilidad sanguínea con mi madre, si rechazaba su sangre tendría que someterme a una transfusión de sangre con mí papá, cosa que no soportaría por mis defensas bajas y mi cuadro clínico ya especificado.

Fue un nacimiento traumático para mí madre y para mí, ya que desde ese momento, empecé a padecer de ciertas enfermedades y se hizo más largo el crecimiento, el sueño de toda madre es ver a su hijo al nacer, pero en el caso de mi madre no se pudo cumplir, pues, estaba en la UCIN (Unidad de cuidados intensivos neonatales) y fue a los 15 días que pudo conocerme finalmente.

Llegó el día y nos conocimos, para ella fue algo mágico el poder verme, así como en las novelas ¿Saben?, Bueno así fue. Por mas doloroso que fue el parto, por más complicaciones, toda madre verá a sus hijos como un milagro, y no como un error, pero aún faltaban momentos difíciles, pues era primeriza y yo tenía que tener unos cuidados digamos que, más profundos.

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