Capítulo 5.

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Cada minuto que pasaba me hacía pensar más. La canción "To build a home" de The Cinematic Orchestra resonaba en mis tímpanos mientras miraba al techo con detenimiento. Esta canción me emocionaba a medida que avanzaba más y más. Pero lo más interesante de todo, era que siendo tan simple, podía ser completamente increible.

Desde que tomé las clases, mi cerebro se ha puesto más pensativo que antes. Ahora me cuestiono todo. Todo. Y no sé si eso es bueno o malo.

Hay veces que me encantaría que un momento durase para siempre. Que me pudiera quedar de una manera eternamente. Y eso me ocurre cuando toco el instrumento que conozco desde pequeña. Cada vez que escucho una nota, me siento en otro mundo. Me voy. Me dejo llevar. Me convierto en.

Cuando la canción terminó, me quité los audífonos y me dirigí al baño. Iba tarareando la reciente canción, pero no tarareaba la letra. Tarareaba la parte del piano. Así de aficionada.

Cuando hice todo lo que debía en el baño, me dirigí al lavamanos para... Ya saben... Lavarme las manos. Y cuando me volteé para secármelas, algo me sorprendió, haciéndome sobresaltar.

-Joder, Niall, casi me matas del susto.- Puse mi mano sobre mi pecho y respiré lentamente para relajarme. Niall, como era usual en él, carcajeó sonoramente. Rodé los ojos y golpeé su cabeza con delicadeza.

-Lo siento.- Rió él, para luego dirigirse a mi cama y saltar sobre ella, cayendo de espaldas. -Pero tu me dijiste que viniera.

-Pero toca la puerta... Ya sabes. Así.- Toqué la puerta del baño, demostrándole a Niall como si fuese un retrasado.

-Lo siento... Otra vez.

-Que va.- Rodé los ojos y me senté a su lado. -Quería hablar sobre algo que ocurrió en el club...

-Ah sí, ¿Por qué estuviste tan distante?

-¿Qué?

-Te quería presentar a un amigo, pero no quisiste acercarte.

-Sí... Sobre eso. ¿Quien era ese amigo tuyo?

-La verdad es que lo conocí allá. Se me acercó y me preguntó si te conocía, ya que me había visto contigo unos minutos antes. Y luego me pidió que te lo presentara.

-¿En serio?

-Si hubieras venido, habrías tenido una cita.- El chico se encogió de hombros y se puso de pié, para luego caminar hasta el baño y beber un poco de agua. Rodé los ojos y tomé mi almohada, apoyándome sobre ella. Suspiré.

-¿Cómo se llamaba?

-William Lewis.- Dijo Niall mientras tomaba una toalla y se la pasaba por la cara. -Era muy amistoso.

-Con que William Lewis... ¿Eh?- El rubio asintió.

William Lewis. ¿No podía inventarse uno mejor?

-¿Tienes hambre?- Pregunté mientras me ponía de pié.

-Eso ni se pregunta.- Reí y salí de mi habitación, seguida de mi siempre hambriento amigo.

Al llegar a la cocina, Niall se acomodó en una silla y yo me puse a buscar comida en el refrigerador.

-Hay jamón, yogurt, fruta y...

-Te acepto de todo.- Rodé los ojos y volví a reir.

Saqué jamón y palta. Molí la palta un poco e hice unos rollitos de jamón con ésta adentro. Las puse en un plato y lo dejé frente a Niall. Luego, me volteé para ir a buscar unos vasos con coca-cola y guardar el jamón de vuelta.

Todo comenzó con un piano (Louis y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora