Capítulo 6

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POV Dowoon

Me senté en el borde del colchón en la choza del barbero, contando los minutos. Mi pierna rebotaba mientras el puto detrás de mí hacía discretos sonidos de dolor. Lo bloqueé. Solo tenía una misión esta noche.

Y estábamos a segundos de llevarla a cabo.

Revisé mi reloj.

Entonces…

Sonó una campana. Mi corazón se disparó como una Uzi. Tomé la pistola y miré por la ventana. Guardias y hombres salían corriendo de sus chozas y del granero. Resonó un disparo y miré hacia la salida principal.

Me quedé helado.

ㅡMinsoo —siseé. ¿Qué mierda estaba haciendo el suicida hijo de puta?

Con los brazos abiertos, gritó con su marcado acento coreano:

—Mi madre es coreana y mi padre negro. Soy su peor maldita pesadilla, ¿por qué no vienen a buscarme a mí y a mi enorme polla interracial?

El imbécil salió corriendo. Los cañones dispararon y los hombres persiguieron a Minsoo. Vi guardia tras guardia abandonar su puesto, como buenos miembros de Klan tras un mitad coreano y mitad negro. Cuando el guardia frente a la choza del dentista se fue, hubo un golpe en mi puerta. Lucas estaba allí, llevándome fuera.

—Se fue con ellos —indicó Lucas.

Amo. Ese cabrón mordió el anzuelo.

Bangchan llegó corriendo desde la parte trasera de la choza y se lanzó sobre el paleto que había tardado en detener su follada. Cortó la garganta del hijo de puta y rajó su arteria femoral. El imbécil cayó. Lucas me empujó hacia delante.

—Búscalo. Tenemos minutos. Nos libraremos de cualquiera que haya quedado atrás.

Me lancé a la choza vecina y miré por la ventana. Luché para ver a través de la gruesa capa de polvo y suciedad. Pero alguien estaba allí, tumbado inmóvil en una silla. Golpeé mi hombro contra la puerta, la vieja madera se dobló inmediatamente. Corrí dentro de la pequeña habitación y me detuve. Shinwon estaba desplomado, molido a golpes, en una vieja silla de dentista. Estaba desnudo y la sangre era fresca. Un gotero de heroína, o alguna mierda por el estilo, estaba unido a su brazo.

Arranqué la aguja, ignorando el pequeño chorro de sangre que siguió, y tomé a Shinwon en mis brazos. Soltó un gemido bajo, pero no se despertó. No pesaba prácticamente nada. Cuando salí de la choza, vi cinco cuerpos en medio del camino.

—Creo que los tenemos —dijo Lucas mientras Mark y Bangchan llegaban a mi lado.

Shinwon gimió en mis brazos.

—Estado jodido —comentó Mark mientras miraba el cuerpo de Shinwon.

El puto estaba desnudo y no tenía nada conmigo para ocultarlo. Le dije a Mark que mirara hacia otro lado.

—La línea de árboles, más adelante, allí es donde dejó la camioneta —señalé y empecé a moverme. Apenas había dado tres pasos, antes de oír un clic de pistola y diversos pies crujiendo en el terreno agreste. Me congelé y giré rápidamente la cabeza hacia la derecha.

El jodido guardia, junto con dos imbéciles con armas, apuntando a nuestras cabezas.

—Sabía que pasaba algo con ustedes, cabrones, al minuto que entraron en este lugar —dijo él, apretando el agarre en su arma. Bangchan y Mark se pusieron rígidos a mi lado. Sujeté a Shinwon más apretado en mis brazos. Los ojos del guardia cayeron sobre Rojo—. Amo no se va a tomar amablemente que intentes robar a su puto, bastardo. No le importará una mierda si eras un francotirador o puedes matar a muchos metros de distancia. —Dio un paso más cerca, y aún más cerca, hasta que presionó el cañón de su arma contra mi frente.

El Hades de Yoon DowoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora