Capítulo 2

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¡Hola, wawis! Antes de empezar el capítulo, quiero que sepan que es fuerte.

Si se sienten mal al leerlo, paren un ratito, distraigan su mente y sigan solo si se sienten preparadxs para hacerlo, lo digo porque sé que hay personitas a las que les afecta mucho esto (nos afecta a todxs, pero a algunxs con más fuerza que a otrxs).

De todas formas, antes de empezar una escena fuerte, pondré este símbolo "⚠️". También lo pondré al terminar, para que si se lo quieren saltar, sepan donde seguir.

Pero también recordemos que el libro es de esta temática, así que tampoco puedo llenar el capítulo de este símbolo jfjsjd.

Sin más, empecemos.

✨ ✨ ✨

POV Shinwon

Mis brazos y piernas dolían mientras trataba de girarme sobre la cama. Estaba sudando, hacía tanto calor que tuve que forzarme para abrir la boca en busca de aire. Moví la lengua, pero casi no podía hacerlo dentro de la boca seca.

Tenía sed.

Tanta sed.

Respiré a través de mi nariz, esperando a que el dolor en mis músculos se calmara. Cuando lo hizo, forcé mis ojos a abrirse. Parpadeé por la luz que entraba entre las cortinas casi transparentes que cubrían la pequeña ventana en lo alto, intentando inútilmente alejar su brillo. Mi cerebro latía y mi estómago gruñó. Pero me forcé a sentarme. Quería llorar mientras mis músculos protestaban por el movimiento. Miré hacia abajo a mis muslos desnudos, luchando contra la náusea cuando vi la sangre entre mis piernas que manchaba las sábanas.

Destellos de la noche anterior llegaron a través de la niebla que siempre parecía ocupar mi mente. Amo atándome a la cama. Cubriéndome con su gran cuerpo musculoso, dañándome. Inyectándome su dulce poción que se llevó todos mis miedos y dolores.

Me gustaba la poción de Amo.

La necesitaba.

⚠️

Luego lo vi agarrando mis brazos mientras aplastaba su boca contra la mía, mordiendo mis labios y chupando la sangre de ellos. Le dio un lametón al líquido caliente. Recordé sus manos forzando mis piernas para abrirlas. Y recordé sus dedos encontrando mi entrada y agrediéndola duramente. Un dedo, dos, y luego más. Más hasta que no pude aguantar y grité.

Y luego oí su risa, su profundo gusto por mi dolor. Antes de que su mano rodeara mi cuello y su puño entero se deslizara fuera de mí. La sensación de estar vacío duró unos segundos, hasta que introdujo toda su hombría en mí. Y fue incluso más duro que antes. Embistiéndome mientras me robaba el aliento, apretando mi cuello. Le arañé. Le golpeé, pero solo gruñó más alto, endureciéndose aún más. Hasta que por fin se derramó en mí, colapsando sobre mí con un largo y tormentoso gruñido.

⚠️

Cuando todo terminó, me quedé mirando al techo, mientras lágrimas silenciosas llenaban mis ojos y dejaba que la poción me inundara y me alejara de este infierno.

Me gustaba dejarme llevar.

Raramente dejaba esta habitación, esta cama. No sabía cuánto llevaba aquí. No veía a nadie más que a Amo, mayormente. Algunas veces, me llevaba fuera a caminar alrededor de este... este... lo que fuera este sitio. Algunas veces, me dejaba sentir el sol en mi rostro, oler el aire fresco, cuando consideraba que me lo había ganado. Pero eso era raro. Yo siempre lo desengañaba; él siempre me hacía daño. En aquellos preciosos días pasados al sol, ocasionalmente veía a algún hombre, pero nunca me hablaban.

El Hades de Yoon DowoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora