Capítulo 5 La Prueba del Fuhrer Parte 1

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Cambio de narrador: Omnisciente

Búho caía a más de 150 Km por hora hacia una selva totalmente creada artificialmente pero lo peor de todo es que todo estaba en su cabeza, pero no podía controlar nada, estaba en una pesadilla.

Entre pensamientos rápidos y fluidos de adreladina a velocidades vertiginosas se las ideo para que su de su recién aparecido paracaídas se activase frenando la caída y dándole un fuerte tirón por el pecho dejándolo sin aliento.

-Todo va según lo previsto que llegue al suelo de una vez y dale su misión-dijo el controlador de toda su simulación

-Entendido Señor-dijo N1

Búho admiraba el paisaje que podía ver a su alrededor una gran selva con grandes montañas y cascadas bañada en numerosas nubes dispersadas, los pájaros de la selva, que Búho jamás haba visto lo conmociono dejándolo con la boca abierta, en un abrir y cerrar de ojos esa vista de tal belleza se vio borrada por una especie de vórtice de pixeles que lo llevo al suelo de la selva un laberinto de plantas y hojas, en la cual uno podía perder de vista el suelo y perderse con facilidad.

Una información asusto a Búho apareciendo de repente en su campo visual sin previo aviso, no lo podía tocar daba igual a donde mirara la información seguía ahí, después de unos segundos se rindió y dejo que la información fluyera hasta que se detuviera

Prueba del Fuhrer

Primeras seis horas

Grado de dificultad: Fácil

Ubicación: Selva desconocida

Misión: Instinto, encuentra la fuente de agua potable antes que mueras deshidratado

Un fuerte golpe aturdió por unos momentos a Búho la simulación era tan real que hizo que tuviera sed y no sobreviviría más de esas seis horas se puso en marcha camino hasta encontrar una pequeña senda como si la hubiera hecho un humano pero hay no había humanos en aquel lugar, siguió el camino por aquella senda esperando poder encontrarla, había entrado en un estado crítico de salud y debía salvarse pronto o no lo conseguiría y fallar la primera parte de la prueba no era una opción, el sol había empezado a invadir el denso bosque tropical ya era las tantas de la mañana y Búho no había encontrado nada, hasta que llego a una pequeña laguna pensó <es demasiado fácil para ser verdad>, probo un poco de aquella agua, su rostro se torció de tal manera que quedo irreconocible era agua salada

Percatado de lo que sucedía escupió el agua con toda prisa y siguió un camino imaginario hasta llegar a la punta de la laguna, extendió sus manos para averiguar que sucedía su vista no lo engañaba era el mar, la simulación le había jugado una broma muy mala.

Búho prosiguió su camino por aquel sendero había aprendido en jamás confiar en lo más fácil y que las lagunas podían ser traicioneras en varios sentidos, en su camino se percató de una corriente fría que emanaba de una cueva a simple vista <El agua se podría haber filtrado por las rocas y creado un manantial> pensó Búho pero no se metería en aquella cueva sin luz la posible existencia de un animal peligroso ahí no le causaba gracia alguna, el fuego ahuyentaría a la bestia, eso es lo que necesitaba fuego pero ¿De dónde sacaba fuego si toda la madera estaba viva y las rocas mojadas o llenas de moho?

<Unos lentes o algún cristal> pensó, la pregunta era de donde lo sacaba se revisó los bolsillos en busca de algo útil, jamás pensó que sería su Box seguiría con el incluso en una simulación, activo la box como si ya fuera un experto en su dominio y la dejo activada la pantalla con el escritorio, al ver que la luz se intensificaba y podría llegar a quemar agarro una raíz no muy lejos de allí, las sobrecargas y el ejercicio continuo le había dado un extra de fuerza que los demás no poseían, prendió fuego a la raíz fue demasiado fácil de lo que creía y se adentró en la cueva que había esperado pacientemente, su primera impresión fue de la gran cantidad de estalagmitas que habían allí, eso era un punto extra ya que sería más fácil que se filtrara, un tono marrón claro adquirió la cueva y vio una especie de laguna pequeña esta vez ya aprendida la lección rozo suavemente la superficie del agua con la palma y se la llevo a la boca, efectivamente también era salada pero más natural ya que su expresión fue más débil esta vez.

Frustrado por sus dos intentos fallidos siguió por la senda ya habían pasado dos horas, percatado de lo sucedido se alejó de la senda y empezó a crear su propio camino, estaba siguiendo su propio instinto aun con la sed, el cansancio y el sol empezó a correr como si fuera una bestia libre, una sonrisa se marcó en su rostro no se rendiría tan fácil, entonces encontró un claro, una pequeña llanura llena de animales y un césped como si estuviera perfectamente podado sin una mala hierba, al seguir su instinto encontró otra forma de conseguir agua, los animales suelen vivir cerca de fuentes de agua potable por lo cual debía empezar a buscar.

Reviso cada milímetro cercano al área, nada reviso hendiduras fuera de lo común, zonas húmedas y pequeños riachuelos de agua salada su sonrisa se volcó a una mueca de duda, no tenía explicación alguna no había fuentes de agua potable y los animales estaban aquí, entonces decidió esperar, ver como se comportaban los animales ante la situación de no tener agua potable, así estuvo durante media hora.

Al no soportar la sed su instinto saco el animal que llevaba adentro: Un Búho, pero asesino dio varias vueltas al lugar observando a los animales como una presa, el lado humano de Búho desapareció por unos momentos, empezó a imaginar una carnicería en aquel lugar, un lugar tan pacifico cambiado radicalmente por una persona por el deseo de beber lo que fuera incluso si sería sangre la que debería beber, pudo despertar justo a tiempo el simple hecho de recordar que iba a beber sangre le repugno, pudo salvarse esta vez pero sabía que no lo volvería hacer tenía que hacer algo y rápido.

Un estruendo sonó en la jungla, el cielo se nublo adquiriendo un tono gris y los animales huyeron del lugar, los que pudieron. Una manada de ocelotes apareció entre la espesa selva corrían a tal velocidad hasta desaparecerse de vista, Búho aun cansado por la deshidratación decidió luchar, jamás se rinde y no iba a ser la primera vez, los ocelotes ignoraron por completo a Búho, confuso decidió esperar a su destino mientras veía una carnicería que él iba a comenzar por muy poco, los ocelotes sin compasión alguna acabaron con un pobre animal que había allí en vez de masticar la carne que habían conseguido empezaron a beber pero no era el líquido rojo que esperaría ver, era transparente, una cosa era segura si lo veía transparente y era agua es que ya se había vuelto loco, espero pacientemente como lo hizo la cueva con el fuego a que los ocelotes fueran a otra presa entonces se acercó al animal o lo que quedaba de él, era identificable lo reviso con cuidado intentado aguantar las ganas de vomitar, entonces tuvo una imagen impactante.

El animal estaba completamente hueco y lo único que había era agua, ya le daba igual que si fuera una broma o no los ocelotes se la tomaron sin recelo alguno, aunque eran animales, Búho decidió tomar el agua se la llevó hasta la boca y pudo verlo era totalmente cristalina la tomo su cuerpo le decía gracias la deshidratación había terminado como las primeras seis horas aunque tan solo hubieran pasado dos y media...

Incandescentes personas que no se rindenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora