HOLA MI HERMOSA GENTE DE WATTPAD, HEMOS VUELTO CON UN NUEVO CAPITULO, YA SABEN QUE SI LES GUSTO, LES SACO UNA SONRISA O LOS ENTRETUVO, PUEDEN REGALARME UNA ESTRELLITA, NO SABEN CUANTO ME MOTIVA A SEGUIR CON ESTO
BUENO, SIN MAS, VAMOS CON EL CAPITULO
Los rayos del sol sobre la piel desnuda de su espalda hicieron que se despertara aquella mañana
Ya era muy tarde, quizá más del mediodía, no estaba segura en realidad. Pero aparte de la hora, todo lo demás quedaba totalmente claro. Sabía con exactitud dónde estaba, en aquella brillante habitación con la gran cama blanca, mientras los relucientes rayos del sol entraban por las ventanas abiertas
No abrió los ojos. Se sentía demasiado feliz como para cambiar nada, no importaba lo poco que fuera. Los únicos sonidos eran los de las aves que volaban afuera, su respiración, el latir de su corazón, nada más importaba
Se encontraba demasiado cómoda, incluso con la fría brisa ingresando a la habitación. La cálida piel del joven junto a ella era el antídoto perfecto contra el frio. Tumbada, recostada sobre su pecho, ceñida apretadamente por sus brazos, se sentía muy a gusto, muy natural
Hizo que se preguntara cómo había podido vivir todo este tiempo sin experimentar aquello
Sintió como los dedos del chico recorrían suavemente el contorno de su columna, y supo que se había dado cuenta de que estaba despierta. Mantuvo los ojos cerrados y apretó aún más los brazos en torno a su cuello, ciñéndose para acercarse todavía más a él
El joven no dijo nada; sus dedos seguían deslizándose arriba y abajo por la espalda de la mujer rozándola apenas mientras trazaba delicados dibujos sobre su piel
La peliplata se habría sentido del todo feliz si hubiera podido quedarse allí para siempre, sin interrumpir para nada el momento, aunque su cuerpo tenía otras ideas. Se echo a reír al escuchar su estómago rugir impaciente. Parecía algo insulso tener hambre después de todo lo que había sucedido la noche anterior
'¿qué es lo que resulta tan divertido?' murmuró Bell con una sonrisa
'de lo inoportuno que resulta tener un cuerpo mortal en algunas ocasiones' dijo Freya
Lo normal sería que el chico respondiera la broma esperé, pero él no se río. Por la que la diosa se repuso confundida y lo vio
'¿qué pasa? ¿qué es lo que va mal?' pregunto Freya
'¿acaso no te das cuenta?' dijo Bell
El primer instinto de la diosa fue preguntarse qué era lo que había hecho mal. Pensó en lo que había ocurrido, pero no pudo encontrar nada desagradable que hubiera sucedido. Todo había sido mucho más simple de lo que esperaba, ambos encajaban como dos piezas fabricadas precisamente para eso, para formar las partes de un todo. Eso le produjo una secreta satisfacción, el hecho de que fueran tan compatibles, físicamente más que nada. Ambos siendo tan diferentes, pero complementándose al mismo tiempo. El fuego y el hielo, coexistiendo de algún modo sin destruirse el uno al otro. No podía haber prueba más definitiva de que se pertenecían
Fue entonces que recordó a dos dioses molestos que no hacían mas que causar problemas
¿Se había encontrado con ellos?
La idea paso por su mente haciendo que la furia se apoderara de su ser, hasta que sintió la mano del albino acariciar su mejilla
'¿estás herida?' pregunto Bell
'¿herida?' dijo Freya confundida
Haciendo un rápido reconocimiento, estirando su cuerpo de forma automática, contrayendo y relajando los músculos. La peliplata sentía una cierta rigidez, y una cierta sensación de dolor también, eso era verdad, aunque no era para nada un sentimiento desagradable
