HOLA MI HERMOSA GENTE DE WATTPAD, HEMOS VUELTO CON UN NUEVO CAPITULO, YA SABEN QUE SI LES GUSTO, LES SACO UNA SONRISA O LOS ENTRETUVO, PUEDEN REGALARME UNA ESTRELLITA, NO SABEN CUANTO ME MOTIVA A SEGUIR CON ESTO
BUENO, SIN MAS, VAMOS CON EL CAPITULO
Asesino y asesinado se miraron ciegos
Pero sólo el asesino pestañeó
Yo he hecho esto
La mirada del cuerpo tendido en el suelo estaba fija en algo más allá de la visión de los vivos. La súplica desesperada congelada en sus labios tenía ecos silenciosos. El torso con un agujero en medio se desplomó con un lento suspiro, doblándose hacia delante por la cintura, como rindiendo pleitesía ante el poder que le había arrancado la vida
El asesino volvió a pestañear
¿Quién soy?
¿Era el niño que vivía en aquella cabaña alejada del pueblo, valorado por su asombroso talento y disposición a ayudar? ¿Era el despreocupado chico que solía disfrutar de cosas simples? ¿Era el hijo disciplinado, animoso y cariñoso de una gran mujer? ¿El soñador? ¿El aspirante a héroe?
¿Podría ser todas esas cosas, o cualquiera de ellas, y aun así hacer lo que había hecho?
Estaba descubriendo la respuesta al mismo tiempo que la necesidad de hacer la pregunta
La cueva comenzó a estremecerse producto de la cruente batalla y todo empezó a derrumbarse. El cadáver rebotó por el suelo y se alejó rodando, y el despertó
'¿qué...?'
Había tenido un sueño. Volaba de un lado a otro, luchaba y volvía a luchar, y, de algún modo, en el sueño podía hacer todo lo que quería. En el sueño, sólo hacía lo que debía hacer y sólo porque quería hacerlo. En el sueño no había reglas, sólo había poder
Y el poder era suyo
Ahora estaba parado sobre un cadáver que no soportaba ver, pero del que no conseguía apartar la mirada. Y supo que no había sido un sueño, que de verdad había hecho eso. La hoja cubierta de sangre seguía en sus manos y el océano de cosas malas en el que se había zambullido se había cerrado sobre su cabeza
Y se ahogaba
La espada cayó de sus dedos flojos
'no...no pude detenerme...'
Y antes de que las palabras abandonaran sus labios oyó lo vacía y evidente que era la mentira
'buen trabajo'
Escucho una fría y espeluznante voz a su espalda, pero misteriosamente, era cálida, como un brazo rodeándole los hombros
'fue algo esplendido...hiciste lo correcto...basura como esa no merece vivir'
Eso sonaba cierto al venir de esa figura encapuchada, pero cuando él lo repitió dentro de su cabeza supo que nunca llegaría a creer esa verdad. Un temblor que empezó en su corazón amenazó con expandirse por todo su cuerpo
'ya lo había capturado'
Eso, ese hecho sencillamente insoportable, era la verdad. Y la verdad era algo a lo que podía aferrarse, aunque le quemase como sujetar hierro al rojo vivo. Y, de algún modo, le hizo sentirse algo mejor. Algo más fuerte. Probó con otra verdad, no la de que no pudo detenerse, sino...
'no debí hacerlo'
Ahora su voz brotó con firmeza, simple y definitiva
Ahora podía mirar el cadáver que tenía a sus pies
