el mundo es ancho

Capítulo 24 : Ahora mismo

Julio

Gilbert iba a estar enfermo.

En cualquier momento, su estómago se sentía como si fuera a salir de su boca y aterrizar justo a los pies del Sr. Y la Sra. Cuthbert.

“Creo que estás equivocado.” Dijo, aliviado de haber logrado pronunciar las palabras. Los hermanos mayores compartieron una mirada entre ellos pero no parecían perturbados.

Está bien tener miedo, Gilbert. Creo que es perfectamente normal. Marilla sonrió, tratando de tranquilizarlo, pero eso solo lo puso más ansioso.

“Nuestra Anne es definitivamente intimidante. Eso es claro y seguro”. Añadió Matthew, pareciendo orgulloso.

“Pero esa no es razón para sentir que ella no corresponde a tus sentimientos. Ustedes dos siempre han parecido… ser amigables el uno con el otro. Me di cuenta de eso cuando ella te escribió por primera vez la carta sobre el oro hace tantos años.

Las rodillas de Gilbert temblaban donde estaba parado en la sala de estar de los Cuthbert, con la frente cubierta de sudor. ¿Cómo habían llegado a este tema? Venía a cenar, para ponerse al día; para discutir su movimiento que estaba ocurriendo muy pronto. Cole, Mary, Bash y Sebastian estaban arriba con Anne. Podía oír sus risas, su conversación despreocupada.

“Somos amigos. Buenos amigos Pero yo…”

“Solo nos preguntamos qué sucederá cuando te vayas a Nueva Escocia. Creo que a Anne le gustaría estar en contacto. Tal vez ustedes dos podrían comenzar a planear…”, continuó Marilla, con una sonrisa genuinamente emocionada arrastrándose por sus labios mientras hacía una pausa. “Planifica tu futuro”.

Marilla parecía haber terminado, esperando que él respondiera a su suposición, pero Gilbert descubrió que no podía hablar. Literalmente no tenía palabras.

Había sido una broma constante durante varios años. A Anne le gustaba Gilbert ya él también le gustaba ella. Todos sus compañeros de clase habían pensado eso, además de Diana, que sabía la verdad. Los Cuthbert siempre lo habían insinuado. Bash también lo había hecho, hasta la fiesta en casa de Josephine Barry hace unos años. Todos los que no sabían acerca de Gilbert y Cole habían llegado a la conclusión de que él y Anne estarían juntos, o ya estaban juntos en secreto.

A Gilbert no le había molestado antes. No hasta este mismo momento. La total sinceridad de Matthew y Marilla hizo que esa sensación de náuseas volviera a subir por su garganta y se estremeció.

“¿Gilberto? ¿Estás bien?” preguntó Marilla, alarmada.

Buscó desesperadamente las palabras adecuadas, devanándose los sesos. Sabía que no podía seguir sin decir nada. Tuvo que aclarar.

“Anne y yo… somos amigos”. Lo intentó de nuevo, agarrándose a la pared para mantenerse erguido. “Me mantendré en contacto con ella por esa razón. Pero, no estamos… juntos. Románticamente. Eso nunca ha sido lo que ninguno de nosotros queremos”.

Matthew y Marilla intercambiaron otra mirada, pero esta vez fue completamente diferente. Gilbert pudo ver que las mejillas de Marilla se sonrojaban, tal vez por la vergüenza, y Matthew parecía perdido. Cuando logró volver a mirarlos correctamente a los ojos, fueron ellos los que se quedaron sin palabras.

“Lo siento si eso viene como una sorpresa. Anne es maravillosa, pero la considero más como una hermana”.

“Bien. Bueno, eh. Matthew tartamudeó, aclarándose la garganta.