Capítulo 18: Miedos vs oportunidades

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Después de la actividad deportiva, el ánimo de Karasuno completo se fue al caño, y no precisamente por la última derrota. Se sorprendieron cuando Kageyama abandonó la cancha, y luego que Hinata lo siguiera con un rostro preocupado. Por algunos minutos, ninguno comprendía que pasaba, hasta que Sugawara notó la escena de Oikawa con una muchacha que jamás habían visto.

"Oh, no..." Masculló, sintiéndose mal por su aprendiz al instante.

"¿Qué pasa, Suga?" Su respuesta fue apuntar hacia Seijoh y así todos los demás contuvieron el aliento.

"Auch..." Tanaka pronunció bajo.

Pronto, vieron como Oikawa tomó la muñeca de la chica y salió de ahí rápidamente, tironeando el brazo de ella.

"¿Quién es ella?"

"Ni idea."

"Solo para tenerlo claro... Kageyama y Oikawa no estaban juntos, ¿cierto?"

"¿Y eso importa? Es obvio que Kageyama aun siente algo por él."

"¡Solo quería confirmarlo!"

Luego de un par de minutos, Hinata volvió al lugar donde se encontraban.

"¿Y Kageyama?" Le preguntó Sawamura preocupado. El pelinaranja negó con la cabeza suavemente antes de responder.

"Necesita estar solo; tiene mucho que pensar. Ya se fue a su casa."

"Pero... ¿está bien?" Shoyo sacudió su cabeza nuevamente. Todos se miraron con pesar antes de partir a ordenar sus bolsos para ir a sus respectivos hogares.

 Todos se miraron con pesar antes de partir a ordenar sus bolsos para ir a sus respectivos hogares

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Al entrar a su casa, Tobio cerró la puerta, dejó caer su bolso y se quedó estático un momento. En el camino hacia allá, no había parado de llorar, y ahora que ya estaba en su espacio se sintió con más libertad para expresar la frustración y tristeza que sentía. Tuvo la urgencia de gritar con ira, lo cual hizo, para luego arrojar las llaves al piso. No supo cuánto tiempo estuvo gritando, ni tampoco recordaba cuando llegó a su cama... Pero despertó el día siguiente con los ojos irritados y la garganta desgarrada.

A diferencia de la noche anterior, ahora se sentía desolado, arrepentido y resignado. Si tan solo no hubiese sido tan cobarde antes... Ni tenía ánimo para hacer sus actividades usuales. Vio su celular para verificar las notificaciones, cuando notó algo de lo que no se había dado cuenta: era sábado. Y los sábados solía salir a jugar con Oikawa y otros muchachos. Terminó arrojando el celular lejos para luego arroparse en su cama y ojalá poder dormir. Tenía derecho a tomarse un día haciendo nada, ¿no?...

 Tenía derecho a tomarse un día haciendo nada, ¿no?

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Sentimientos rechazados [Oikage]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora