ᴄʟᴏᴜᴅʏ ɴɪɢʜᴛ | ᴏɴᴇ ѕʜᴏᴛ sᴋᴢ

cinco

  'ʜᴇᴀᴛʜᴇʀ'

Era víspera, Jisung y Minho cumplían 5 años de amistad y ni sabían, ni sabían porque eran una amistad tan fuerte que no necesitan aniversarios para recordar lo mucho que se quieren, o por parte de Han, lo mucho que ama a Minho. Porque sí, el menor se había enamorado, ¿pero como no enamorarse de Lee Minho?.

Se encontraban en el tejado de la familia Lee, era su lugar, un lugar solo de ellos y de nadie más, justo arriba de la habitación de Minho. Jisung había ido para celebrar Navidad  con su mejor amigo, porque no iba a poder estar con él el fin de año, viajaría con sus padres a visitar a sus abuelos hasta que reanudaran las clases y Minho lo sabía, así que querían aprovechar todo el tiempo que les quedara juntos.

— ¿Ese es mi suéter? Me voy a quedar sin ropa, la mayoría está en tu casa, pero se te ve bien, mejor que a mí — comentaba el mayor mientras lo veía con una linda sonrisa.

— Claro que no, a ti se te ve mejor hyung — reprochaba con un puchero en sus labios—.
Hyung, mire! — gritaba emocionado Jisung mientras pasaba una estrella — ¡Una estrella fugaz! Rápido, rápido, pida un deseo.

Jisung cerró sus ojos mientras decía cosas inaudibles, Minho solo lo observaba, le gustaba verlo mucho o tal vez era solo una persona que le gusta observar, su mamá le decía "eres más de los que observa la belleza que los que hacen lo imposible para obtenerla". La señora Lee es muy sabia, pues Jisung es muy bello.

Se hicieron las doce, Jisung sacó una pequeña caja de sus bolsillos y se la tendió a Minho.

— ¿Que es esto? — preguntaba mientras sacaba sus manos de el suéter que tenía puesto.

— Ábralo primero!!

— Si que eres gruñón — abrió con cuidado la cajita, había un collar plateado, con un dije en forma de... ¿Ardilla? ¿Quokka? No sabía diferenciarlas la verdad —. ¿Es para mí?

— No, es para su mamá — respondió con un obvio sarcasmo el menor — claro que es para usted, ¿por qué se lo daría si no es para usted? — sus mejillas se tornaron rojas, cosa que el mayor no notó. Metió sus manos en el cuello del suéter del mayor que cargaba y sacó uno idéntico que estaba en su cuello, pero es vez de tener un quokka tenía un gato.— Somos tu y yo, yo y tú. Somos el principio y el fin, estaremos siempre juntos, ¿No es así?

— ¡¡Claro pequeño!! — exclamó mientras le alborotaba el cabello — aunque podrían pasar muchas cosas, la vida está llena de sorpresas...

— Hyung! ¿Por qué nunca le ve el lado bueno a las cosas? — regañó el menor.

— Cierto, cierto. SOY INMORTAL!! — gritó el mayor cuando se incorporó.

—NO, NO, ¿HYUNG QUE HACE? NOS VOLVERAN A VER RARO LOS VECINO.

Jisung viajó con su familia al día siguiente, dejando a un triste Minho solo, las clases comenzaron y Jisung no había vuelto, Minho se sintió más solo aún, luego entraron estudiantes de intercambio y no se sabía nada de Jisung. Jisung volvió en febrero, pero no era el mismo Jisung, su abuela murió ese diciembre y su familia se quedó para el funeral. No se contactaron bien hasta luego de un mes más, Marzo, pero Minho había encontrado un nuevo lugar seguro y era uno de esos estudiantes de intercambio.

...

"Ok, Jisung, debes volver a la normalidad, tu abuela murió hace dos meses, ya está feliz en el cielo o donde sea que se encuentre, está muy feliz porque no sufre ningún tipo de dolor" Jisung se repetía eso todos los días al entrar a la escuela intentando no soltar una lágrima.  Minho ya no pasaba tanto tiempo con él y ni siquiera lo fue a visitar cuando volvió, ni cuando se enteró que se quedó por la muerte de su abuela.