img - Estás enamorada de Rin Okumura, pero todos piensan que te gusta Yukio

478 24 2
                                    




Imagina que todas las mañanas tienes que verte con cierto chico que inconsciente (o conscientemente) te hace dudar de tus sentimientos.

Al principio, dudas un momento sí es amor de amistad o romántico.

Rin siempre ha sido la clase de amigo que te ayuda indudablemente en cualquier ámbito de tu vida, pero no sólo eso, también comparte otras cualidades que hacen que tu cerebro y corazón entren en cortocircuito.

Rin siempre se ha comportado contigo de forma amistosa, ya sabes, dándote abrazos, contándote chistes que no tienen gracia, contándote las cosas vergonzosas que ha hecho, te prepara tus comidas favoritas porque sabe lo suficientemente perezosa que eres, entre otras cosas.

Prácticamente son una amistad muy genuina.

Sin embargo, esa amistad genuina se ha convertido en un montón de sentimientos encontrados.

Jamás te habías enamorado (o al menos no lo recuerdas), pero tus sentimientos han comenzado a cambiar y no sabes cómo manejarlos.

Todo porque una tarde Rin te acompañó a tu casa (como todos los días) y al despedirse en medio de un abrazo, te percataste que tu pulso estaba más que acelerado. Al principio tartamudeaste y dijiste cosas sin sentido para despedirte.

El azabache estaba confundido por tu extraña actitud, pero no te quiso interrogar, además ya no tenía tiempo de hacerlo. En cuanto tu temperatura corporal ascendió decidiste entrar a tu casa lo más rápido posible.

Meditabas la idea una y otra vez, tanto así que al día siguiente traías unas espantosas ojeras que hacían presente tu insomnio.

Rin no dudó en preguntar que había pasado, pero tú le dijiste que traías en mente cosas sin importancia. Cosas de las cuáles ahora se hacían presente en tu estomago.

Las emociones te estaban arrasando y tu cuerpo lo sentía indudablemente.

Durante la mayor parte de las clases, tu mente navegaba en un sinfín de escenarios en los que imaginabas las posibilidades de que lo que sintieras fuera algo romántico. Es decir, era más que claro lo que sentías, pero eres tan terca que buscabas otra alternativa para no caer en esa conclusión.

¿A caso tenías miedo a qué tu mejor amigo te rechazara? Quizá, probablemente, era una opción acertada.

No tenías buenas recuerdos de tu primera confesión de amor y querías dejar ese mismo recuerdo en lo recóndito de tu mente.

Estabas tan ensimismada debatiendo tus conflictos internos que no te percataste que los demás se habían ido, excepto la bola de chicos que siempre se quedaban para debatir lo que acababan de aprender ese mismo día. Entre ellos estaban Bon junto con los demás y claramente, Rin.

— ¿Te encuentras bien, T/N? — te cuestionó una rubia con una agradable sonrisa.

— ¿Huh?

— Te veo un tanto...distraída —logró formular algo nerviosa por tu futura reacción. Todos sabían que tu humor siempre era muy impredecible.

— Lo siento, Moriyama. Sólo no he descansado lo suficiente, no te preocupes mucho, ¿está bien? — sonreíste para alivianar sus nervios y ella, soltando su peculiar risa animada, asintió.

A lo lejos, los chicos se percataban de su interacción. En especial un azabache que nunca te quitaba los ojos de encima por alguna extraña razón.

— Okumura, ¿tú y T/N, son algo? — cuestionó Bon.

— ¿EH? ¿A qué te refieres, punk?

Bon no dudó en soltarle un golpe en la cabeza a Rin, molesto, por el apodo que acababa de recibir y mientras escuchaba como este se quejaba, decidió suspirar pesadamente.

→ 𝑅𝒾𝓃 𝒪𝓀𝓊𝓂𝓊𝓇𝒶 𝒴 𝓉𝓊 [𝘰𝘯𝘦-𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴] ✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora