Seijaku (japones):
Calma en medio del caos.
━━━ εïз ━━━
Aquí es donde se demostrará que el amor si es lo suficientemente fuerte entre dos almas gemelas que finalmente lograron reencontrarse después de tantos mileni...
— "Los detalles más simples son los más importantes."
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La mañana estaba siendo un completo caos. Por la puerta corrediza entraba una pequeña ventisca helada que daba una gran bienvenida al primer día de invierno y al no tan esperado inicio de clases.
Estaba siendo una mañana muy agitada, estresante y sobre todas las cosas: espeluznante.
El regreso a la universidad nunca ha sido algo emocionante para ningún estudiante o alguna persona en el plano terrenal. Era un completo fastidio para aquellos que ya van por su tercer año universitario y lo único que quieren es abandonar los estudios. Era lo peor que podía existir ¿por qué tantos años si solamente iban a recordar menos de la mitad de las materias? Hasta los sabelotodo sabían que no podrían recordar todo lo aprendido.
Dareck sabía que no podía faltar el primer día, por más tentador que fuese y quisiese. No se podía dar el maldito lujo y que el director llamase a su madre adoptiva para avisarle que uno de sus hijos faltó, sería algo que quería evitar, al menos por el momento. Todos sabían que Edgar Brown era un hombre serio y correcto cuando se trata de cada uno de sus alumnos, Dareck no era la excepción a la regla. Ninguno lo era.
Así que no le quedó de otra que levantarse de su cómoda, mullida y calentita cama para comenzar el día de una vez por todas. Recordando que su baño tenía ciertas fallas lo cual lo hizo suspirar con desgano. Se dirigió al baño de visitas intentando darse ánimos así mismo, obviamente todo podía salir bien el primer día de invierno ¿no? Quería ser optimista al menos un par de minutos.
Al tocar la perilla de la puerta de dicho baño trato de girarla para poder ingresar y comenzar de una buena vez su día.
LA. PUTA. PUERTA. ESTABA. CERRADA. CON. PESTILLO.
Grito en su mente ahora frustrado que ya su inicio de día ya iba empezando con el pie izquierdo. Gruño frustrado tocando con mas fuerza de la debida la madre.
— Esta ocupado, vuelva mas tarde — escucho el chillido de su hermana menor Lana detrás la puerta y eso lo confundió.
¿Cómo era posible que su hermana usará ese baño si mal no recordaba ella tenía el suyo, al igual que sus demás hermanos? Se paso la lengua sobre los dientes algo molesto.
— Joder Lana. Déjame entrar al puto baño, me estoy meando — reclama recostándose contra la pared de enfrente a la puerta, sintiendo como poco a poco esas incesantes ganas de orinar aumentaban con el pasar de los minutos, haciendo que se comenzará a desesperar. Obviamente la pregunta que se había hecho anteriormente se respondió sola cuando vio salir a un chico de la habitación de su linda hermanita.
Las alertas se dispararon y si las miradas matasen, el chico ya estaría sepultado a miles de metros bajo tierra y vaya que si lo estaría. Todo el mundo -universidad- sabe que Dareck odia que los chicos ronden a sus hermanas como unos malditos buitres y los odia aún más cuando van a su casa a dormir con ellas. Le generaba nauseas de tan solo detenerse a pensarlo.
Un poco de decencia es lo único que pedía y nada que llegaba.
