Guns N' Roses

Round 3: Get in the ring

Dos semanas después.

- ¡NO ES POSIBLE QUE AUMENTARAS 6 KILOS¡ - Gun estaba por darle en la cabezota pero se contiene.

Se estaba empezando a desesperar, habían hecho una rutina adecuada para él, sí, al principio es normal que se pueda subir de peso debido al músculo que se va reduciendo, pero las tallas debían reducir, en el caso de ese chico era lo contrario.

- ¡Pareces una bola de grasa deforme! - contrario a lo que parecía, Park no solía referirse de esa manera a ninguno de sus demás clientes pese a que también iban personas incluso más llenitas que Hyung, pero le había desesperado bastante. Azota la puerta al entrar a su oficina.

- Ami... - el rubio se rasca la nuca, mira al pequeño Park que apretaba las manos

- Pueden quedarse con la cuota, no necesito que me regresen el dinero de la membresía - baja de la báscula

- ¿De qué membresía hablas? - pregunta Goo

- Pues del pago del mes que le vendieron a mi madre

- N...

- Te equivocas - Gun había salido de la oficina - tu madre no nos ha pagado ninguna membresía

- Pero entonces ¿por qué...

- Nos pidió que te entrenásemos a cambio de su trabajo, todas las noches viene a asear el gimnasio, desde las 11 hasta la 1 de la mañana, sin falta, aun con el cansancio en la mirada, desde el primer día que entraste no ha faltado ni uno solo, con tal que tu puedas seguir con nosotros... - toma la cinta métrica que había dejado en el piso - cuando regreses a casa dile que no es necesario que vuelva, que su hijo es tan patético y mentiroso que no desea cambiar

- ¡YO NO SOY MENTIROSO! - nota la mirada ajena sobre él y baja la voz - ni patético. - murmura

- ¿Me quieres decir entonces que solo comes lo que te he dicho? - las mejillas de Hyung se sonrojan

- B-Bueno mamá me...

- ¡VEN AQUÍ! - le jala el brazo y lo mete a la oficina pues se escuchaba la voz de algunos clientes llegar al lugar.

Por su parte Joon va a atender a los clientes, nota como su amigo cierra las persianas de la oficina. "Pobre chico" piensa divertido y sigue a lo suyo.

- Deja ya de poner excusas... - le mira mal - y de culpar a los demás por tus malas decisiones, si quieres seguir siendo una persona patética que desea escudarse tras la falda de mami está bien, pero asume tu responsabilidad por esas decisiones. - por primera vez se quita los lentes, Park traga saliva al ver lo inusuales que son sus ojos - esto se ha vuelto algo personal - se inclina casi pegando su nariz a la de Seok - no abandonarás nada, le prometí a tu madre que te pondría en forma y lo haré, así tenga que ir por ti a tu casa y te traiga arrastrando o cargando, no me interesa. - se yergue.

Era la primera vez que Hyung lo veía tan imponente, incluso más grande de lo que en realidad era, pero se sentía tan pequeño y patético que solo atinó a encogerse un poco sobre si.

- La clave para bajar de peso en tu caso es el déficit calórico - el menor no entiende a que se refiere pese a que ya se lo había explicado, claro que con lo apático que estaba no le puso la atención que debería. El otro rueda los ojos soltando un leve bufido - en resumen... - más valía que hubiese seguido con esa actitud molesta, pues esa sonrisa viperina le hizo sentir a Seok un escalofrío de pies a cabeza - traga todo lo que quieras, todo el ramen, los huevos, pastelitos y demás porquerías... por cada caloría que consumas haré que quemes veinte, eso amigo, es el déficit calórico... - le da la espalda - mañana a la misma hora - leía algunos papeles que tenía sobre el escritorio.