Cartas de Julieta y Eloísa

1° Carta de Eloísa

Buen día Julieta.

Tengo que confesar que después de nuestro encuentro estuve 1 hora viendo al mar intentando recordar mi nombre, en mi mente no había más espacio que para las 7 letras que formaban el tuyo.

Qué magia tiene tu nombre, por qué cada vez que lo digo mi voz cambia, por qué de repente tiene el poder de destruir mi confianza con apenas oírlo.

Ahora es como si los árboles hablaran entre sí, sobre lo brillantes que son tus ojos oliva, y sobre qué romántico suena tu nombre entre el soplido de sus hojas.

Necesito que me expliques, cómo pasas tus manos por tu cabello, como si no hubiera quien amara cada uno de tus finos y desordenados rizos; cómo acaricias tus brazos cuando tienes frío, como si no envidiara ser tus dedos y ser yo quien pueda darte calor; cómo dejas que se caigan al suelo tus pestañas, como si no hubiera alguien ansiando soplarlas para pedir un deseo

Quiero que volvamos a vernos ¿Crees que mis ojos vuelvan a llenarse de fuego y que quiera quemar tu cuello? ¿Crees que salive solo con pensar en contar tus lunares con mi lengua?

Porque muero por deslizarme en la curva de tu cintura, y que el sonido de las olas estallando en la orilla me acune entre tu ombligo y tu esternón, que sea la noche quien guarde el secreto.

Probablemente no debería decir todo esto, después de todo, quién soy para decirle al futuro cómo quiero que sea.

Solo estoy segura de una cosa, no voy a dejar que nuestra suerte se gaste solo en una coincidencia, haré que esto pase.

Eloísa