2° Carta de Eloísa

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Nunca entenderé por qué mueren las estrellas.

Ni por qué se secan rápido las gotas de lluvia al caer al suelo, es como si a la vida no le importara el tiempo que le tomó a un estrella aprender brillar o los kilómetros que recorrió una gota de lluvia solo para estrellarse con el suelo y ser olvidada. Así que por qué debería preocuparle un amor que será negado, o dos corazones rotos en la espera de ser salvados.

Los árboles están callados, ya no hablan conmigo desde que les pedí no volver a susurrar tu nombre.

Ahora el papel de esta carta se arruga al recibir el impacto de nuestro amor saliendo por mis ojos; ahora tengo los dedos manchados de tinta de tantas veces que escribí tu nombre, Julieta; pensando que así el universo entendería que quiero que te quedes.

Te regalé la luna, pero no la quiero de vuelta, porque cada vez que la veo me cuenta de tí.

Te di mi corazón pero no quiero que lo devuelvas, no importa que tanto duela, el dolor vale la pena si lo que duele es tu olvido, porque significa que alguna vez estuviste conmigo, que fuimos juntas, aunque ese tiempo ya se haya ido.

Nadie me explicó que en el amor había pérdida, pero aún así volvería a elegir amarte, porque tu amor me enseñó que las cosas buenas llegan sin pedirlas y que en unos ojos hermosos, cualquiera es vulnerable, y que eso está bien.

Dedico estas palabras a salud de Julieta.

Porque cuando no hay valor hay palabras, las palabras solo avanzan, no retroceden ni mienten, no se acobardan.

Así que creele a un poeta cuando dice que te ama.

Seguiré bailando nuestra canción con tu fantasma, mientras recuerdo cuando contaba las estrellas en tu rostro y me perdía en el universo de tu mirada.

Cruzaría una galaxia entera si me dijeran que al final vería a tus ojos sonreírme otra vez.

Siempre fue demasiado pronto, o tal vez demasiado tarde. Pero fuimos las dos quienes decidimos unirnos en algo que desde el principio estaba condenado.

Gracias a ti cumplí mi mayor deseo y también mi peor miedo, te amé como a nadie y me dolió como nunca.

Que tú belleza sea tan perpetua como la del cielo y que nuestra historia jamás sea contada.

Siempre tuya

Eloísa

Cartas de Julieta y EloísaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora