—Todavía están investigando. Sospechan que queremos el Apocalipsis —anunció Uriel.
Zachariah hizo una mueca de disgusto.
—Tal vez es hora de acabar con ellos, de una vez por todas —dijo con una sonrisa socarrona.
—No podemos dejar que arruinen esto. Necesitamos este Apocalipsis para destruir a la raza humana de una vez por todas. Con ángeles reinando sobre toda la creación, como siempre debió ser —dijo Uriel, enderezándose en su lugar con convicción.
Bartholomew se acercó a ellos con una sonrisa:
—Enviaré a Castiel a matar a los Winchester.
—Qué hermosa ironía —observó Zachariah, levantando las cejas—. Hazlo. Es hora de poner fin a este drama.
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Bobby y Sam armaron un plan para atrapar a Castiel. Necesitaban ir a la cabaña de Rufus por aceite sagrado y más provisiones, así que Dean se quedó solo esa noche, preparando los símbolos en todas las paredes. Pero él no dibujó los sigilos anti-ángel. Algo le decía que recibiría una visita esa noche.
Y así fue.
Después de que el sonido de aleteo anunciara su llegada, Castiel se acercó a él con intenciones amenazantes.
—¿Cas? ¿Por qué estás aquí? —preguntó Dean, porque había algo extraño de nuevo en esos ojos azules, y el ángel tenía su espada en la mano.
—Te dije que te mantuvieras alejado de ellos. Ahora tengo que matarte a ti ya tu hermano —dijo Castiel, y Dean pudo percibir un dejo de tristeza en su voz. Pero también... Cas había dicho de ellos y no de nosotros.
Dean sabía que esa era su señal.
Pero Castiel no le dio más tiempo para pensar. El ángel se lanzó contra Dean, tratando de apuñalarlo en el pecho. Dean lo bloqueó con una silla.
—Cas, sé que no quieres hacer esto. —Dean se alejó lentamente de él, pero Cas se acercaba más y más, con los ojos fijos en los suyos—:Por favor —suplicó el cazador con una voz fina. El ángel asestó un nuevo golpe con su espada y Dean lo bloqueó con un libro. Y entonces, sin perder ni un segundo más, el cazador lo abrazó, con fuerza. Castiel trató de alejarse de él, pero Dean volvió a hablar—, por favor, Cas, me salvaste, creíste en mí, ¿y ahora me vas a matar? Recuerda... recuérdame... —su voz se quebró. Castiel detuvo sus movimientos, lentamente, hasta que soltó su espada y la dejó caer al suelo.
Dean sintió el cuerpo de Castiel relajándose en sus brazos y sonrió. Castiel abrazó la espalda de Dean con sus manos y lo acercó más.
—No puedo recordarte… —susurró con tristeza—. Pero... hay algo... algo en ti. Tu olor, tus ojos... tu... —Castiel lo enfrentó. Dean estaba sonrojado, el corazón latía como loco. Atrapó a Castiel mirando sus labios con abierto deseo.
—Tal vez pueda hacerte recordar… —susurró Dean, cruzando la línea entre ángel y humano, borrando el espacio entre sus labios. Lo besó con dulzura, con avidez. Castiel le hizo eco con pasión.
Dean agarró la estúpida gabardina de Castiel y se la quitó. Los ojos azules de Castiel, llenos de fuego, se clavaron en los suyos.
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Magnético
FanfictionA Castiel le lavó el cerebro el cielo y ahora perdió sus recuerdos. Con el Apocalipsis llamando a la puerta, Dean se encuentra entre sus sentimientos por el ángel y la guerra que tiene que pelear. ¿Podrá Dean hacer que Castiel, quien ahora es su ene...