SOLO PIDO MAS TIEMPO

☄️ Capitulo 11☄️

Mientras kazuki salía a tomar algo para asimilar la noticia el médico se quedó con Rei, al ser un médico de confianza para la familia así como un amigo íntimo no podía ocultar sus inquietudes.

-. Rei, hay algo que me preocupa de ti - dijo en un tono algo preocupado.

El pelinegro solo lo miro confundido para que siguiera hablando -. Tus niveles de defensas y hormonas están muy por debajo de lo normal, esto pude ser grave y más si estás embarazado -

Mirando a rei el médico suspiro pesadamente -. Puede ser riesgoso, no, de hecho ya lo es -

Rei se quedó perpelejo ante esas palabras, ¿Cómo que su embarazo ya era riesgoso?, Desde que se enteró hizo de todo para cuidarse, se aliento bien, no hizo esfuerzo, ¿A qué se debía eso? -. ¿A qué te refieres? -

El médico suspiro y empezó a tomar notas en la bitácora y agendando la siguiente cita con urgencia junto con unos examenes medicos  - Eso es el punto, aún no lo sé pero tu embarazo está siendo de alto riesgo, te sugiero que tomes más descanso y te alimentes lo más sano que le sea posible -

- ¿Que tan riesgoso es, digo ya tengo casi más de cinco meses ya pasó no? - Cuestionó Rei algo preocupado

- Tu embarazo sigue siendo de alto riesgo tanto que con una caída en cuestión de salud, un mal golpe o un simple mal manejo de emociones pueden volver a provocar un aborto espontáneo -

- Tan grave... - Susurro Rei mirando su vientre con preocupación.

El médico se puso de pie recordando como el pelinegro siempre llevaba una gran carga encima, las dificultades matrimoniales, su primer embarazo todo un reto y ahora esto -. Estoy pensando que esto se puede deber a tu salud, hay algo en tu cuerpo que te impide llevar una vida normal - dijo.

Rei solo suspiro y salió del consultorio, en el fondo sabía que si habia algo mal con su salud, después de todo lo que había vivido en el pasado era de esperarse, pero aún así no quería perder a los bebés.

Mientras salía Kazuki lo noto y se acercó sonriente tocando el vientre de Rei -. ¿Que crees que serán? .... Hmmm... Me gustaría niños las mujeres son dulces ya vez Miri pero quiero tener niños ... ¿Tu que dices? - Realmente Rei no había pensado en eso solo esperaba que los bebés llegarán a salvo

Rei suspiro y sonrió alegre - Yo solo quiero ya cargarlos - dijo recordando la calidez de tener un hijo entre sus brazos.

Kazuki se agachó hasta estar a la altura del vientre y comenzó a susurrar - Oyeron eso mamá y papá los estamos esperando -

Para Rei eso era nuevo, durante el embarazo de Miri, Kazuki no estuvo muy presente por lo que tenerlo así de interesado en este lo era todo, aunque las cosas siguieran distanciadas entre ellos.

El rubio se puso de pie besando la frente de Rei - Por cierto... No crees que deberíamos intentarlo de nuevo, ¿No crees? - dijo perdiéndose en los azules ojos de Rei.

El pelinegro se alejo y sonrió -. Ya no hay nada que intentar, Kazuki, lo nuestro ya no tiene arreglo - dijo mientras se iba dejando al rubio atrás.

Al llegar a su casa Rei fue recibido por Miri quien estaba emocionada por saber de su hermano que venía en camino -. Papá! Cómo está mi hermanito - decía corriendo a abrazar a Rei.

El pelinegro sonrió mientras la abrazaba y mostraba los ultrasonidos -. Miri, tendrás dos hermanitos - ante esa noticia la menor se emocionó tanto que sus ojitos brillaron cómo nunca.

-. Yeii tendré más hermanitos para jugar -

Ver la sonrisa de Miri lo era todo para él, sin duda ser padre no era fácil, pero todo su esfuerzo valía la pena al escuchar esas risitas, los pasos al llegar de algún lugar, ver cómo iban creciendo, todo eso quitaba el peso de los esfuerzos.

Mientras iba al baño para lavarse las manos y preparar de cenar, Rei noto como sus brazos tenían unas manchas entre rosas y rojizas, algo preocupado siguió el teatro de las mismas y noto como estaban cubriendo su cuerpo.

La preocupación era mínimo a lo que sentía, era cierto que ya antes lo había experimentado, pero creyó haber superado aquella enfermedad, pero al parecer no fue así.

-. ¿Todo bien? - Cuestionó Kyutaro acercandose al baño.

Rei cubrió sus manos y sonrió nervioso ante esa pregunta -. Si, pero que haces aquí kyu-Kun -.

El castaño suspiro y señaló la puerta principal -. Toque varias veces, pero no respondías así que entre -

Después de unos minutos Rei y Kyutaro salieron al jardín, el castaño había llevado cena comprada por lo que los tres cenaron juntos, después de eso Miri fue a dormir por lo que ahora solo quedaban ellos dos mirando las estrellas.

-. Rei, lamento todo - Este le miro confundido -. Lamento haberme aprovechado de tu celo, haberte alejado más de kazuki y de no ser lo suficientemente bueno para ti -

El Omega solo lo miraba aún más confundido -. Pero está es mi despedida -

-. ¿Que quieres decir? -

Kyutaro abrió el portón y salió para poner distancia entre ellos -. Me voy de Shibuya, ya no puedo seguir a tu lado, así que adiós Rei Suwa - decía mientras subía su auto y se iba.

Los días pasaron convirtiéndose en semanas y Rei seguía las indicaciones del médico, cuido su alimentación, sus emociones, cuido todo, pero aún así no veía mejora, las marcas de su cuerpo seguían apareciendo, su piel se hacía cada vez más pálida y sus vomitos ahora estaban acompañados de sangre.

Sin duda un escenario terrible, pero aún así el permaneció fuerte y firme, no quería preocupar a nadie y mucho menos a su hija quien solo debía reír y no preocuparse por cosas de adultos.

-. Todo bien papá - decía Miri notando lo casado que se notaba el Omega.

Rei sonrió y la cargo sentandola en una silla -. Si amor, todo bien, algo que quieras cenar -

-. Yo quiero curry - respondió Matsu quien estaba viendo la televisión

Miri sonrió y bajo de la silla para acercarse a su tío -. No tío, tienes que probar las tostadas fritas de papá, son las mejores del mundo entero - decía llena de ilusión.

-. Entonces probamos eso - dijo Matsu sonriendo mientras sentaba a Miri a su lado.

Rei sonrió y se puso el delantal -. Entonces eso haré - dijo sonriendo.

Sin más comenzó a preparar las tostadas fritas, pero algo llamo su atención, un dolor tan fuerte que le impidió el poder seguir preparando la cena, este era el inicio de su verdadero dolor.