¿Qué tal si te ayudo?-STANxKYLE

Capítulo 6: Recuerdos

A continuación, éste capítulo será de relleno, se contará como la pasó Kyle cuando Stan fue a rehabilitación y el por qué se puso a llorar en su casa.

Y no, no es Kyman, este fic es solo Style xD, nada más que así es la trama y es conveniencia del guión que ha compuesto mi cabeza.

 Parte 1/2

KYLE

Se levantó como un día cualquiera, hizo su típica rutina y terminó sus tareas de la escuela. Preparó el desayuno, amaba los días sábados, no tenía que soportar los sermones de su madre y ni siquiera tendría que cuidar a Ike. Encendió su teléfono. Tenía más de cuatro llamadas perdidas de Cartman, eso lo extraño, el gordo no lo llamaba sino era para joderle el día. Retomó la llamada, pero, lo dejo en el buzón. Le envío un mensaje a todos sus amigos, preguntando que había pasado. Aunque eso no duró nada, al escuchar el timbre de casa. Arquea una ceja, levantándose. Caminó con pesadez, a estas alturas, no le importaba lo que le sucediese al castaño.

Abrió, para encontrar a Kenny su rostro estaba lleno de gasas, aún estaba extrañado por todo lo que estaba pasando hoy. Lo dejó pasar, con naturalidad, el rubio se sienta en el sofá, mirando el suelo como si fuese interesante. "¿Qué mierda le pasa?" Piensa, parándose a un costado.

—¿Qué te pasa? No pareces el Kenny que yo conozco—declara con una carcajada. El mencionado niega, aún mirando el suelo.

—Hay dos noticias malas, Kyle—habla con voz quebrada.

El pelirrojo se alarmó, sentándose a su lado y lo toma de los hombros.

—¿Qué cosa? ¡Dime, Kenny!

Pero se sumerge en el silencio, empezando a llorar. Todo se estaba poniendo raro y no llegaba a comprender las actitudes de su amigo, simplemente lo abrazó, Kenny hundió su rostro en el pecho del más bajo. Lo único que se oye son los sollozos del rubio. Kyle acaricia su cabeza, de verdad necesitaba saber. No le quedó de otra que apartarlo con suavidad, claro que le importaba su amigo, solo qué, en este caso, debía decirle lo que sucedía o quedaría como un completo tonto.

—Dímelo, Kenny—insiste frunciendo el ceño.

—Cartman está en el hospital porque alguien lo apuñaló muchas veces—antes de que Kyle hablara, Kenny sigue—Y llevarán a Stan a rehabilitación.

La confesión le cayó como un balde de agua fría, pudo detectar que el rubio no mentía. Así que, era por eso que el castaño lo llamaba. Le avisó que ya volvía. Obviamente tenía que ir a verlo, no iba a quedarse de brazos cruzados, se vistió lo más rápido que pudo, colocándose su típica ushanka y ropa. Bajó a la otra planta, la puerta estaba abierta, supuso que Kenny salió a tomar aire, hizo lo mismo, cerró con llave y se dirigieron al hospital. El canto apaciguado de las aves los acompañaba en el frío de julio.

Al llegar, solo le dijeron a la asistente a quien verían. Ella solo les dijo que podían entrar de a uno y no más, pero, por obvias razones, siempre hacían lo que querían, intentaron ir con calma, aunque no se pudo. Volteó a un poco para ver que Kenny ni siquiera estaba llorando como antes. "Tal vez no lo demuestra" pensó sin tomarle importancia al asunto. Entraron al "consultorio" en donde se encontraba Cartman, éste estaba jugando con su teléfono. Kyle puso los ojos en blanco, pero a la vez se preocupo. Se acercan, quedando cada uno a los lados, a continuación, Liane entra, se percata que los amigos de Eric estaban allí, así que se retira.

—Mierda, culón. Si que te apuñalaron—vaciló Kyle. El otro no respondió, seguía enfocando su vista en su teléfono.

—¿Dónde está el hippie?—pregunta el castaño viendo hacia a todos lados.

—Está en... su casa, irá a rehabilitación-Kenny habla—Iré a verlo, porque veo que estás bien, gordo-el mencionado se puso colorado, como  si lo hubieran descubierto—¿Vienes, Ky?

—No, me quedaré un rato más, quizá después vaya.

El rubio asiente, dando media vuelta, ahora solo quedaban el gordo y el judío. Kyle saca su teléfono, avisando le a su madre que tal vez volvería tarde a casa. Literalmente, Cartman le contaba como es que le habían hecho eso, y, por primera vez, él escuchó, fue interesante, sin embargo, en cierto punto pensó que era todo inventado, al final, no le tomó importacia.

09:15 p.m. 

Las horas habían pasado más rápido de lo que quería, sin contar que se había quedado dormido en la silla que estaba allí, una enfermera lo sacó a los gritos (al parecer no estaba en sus días), iba camino a casa de Firkle, el amigo de Ike. Al estar frente a la casa, tocó el timbre, bosteza, aún le faltaba dormir un poco más. Para su sorpresa, quien abre la puerta es Michael, el gótico que estaba con Stan detrás de la escuela. Saludó córtezmente, queriendo largarse una buena vez.

—Vaya, si es Kyle Broflovski, ¿qué pasa? 

—No te incumbe, Michael—responde secamente—Vengo a por Ike, dile que ya estoy aquí—pidió serio. Y eso hizo el pelinegro. 

Al cabo de quince segundos, se presentaba un niño pequeño con una sonrisa enorme. 

—¡Kyle al fin viniste!—grita Ike. Kyle asiente y lo toma de la mano—¡Nos vemos, chicos!

Se fueron a paso de tortuga, el pequeño narraba todo lo que hicieron, hasta que escuchó salir de sus labios el nombre de Stan, recordando que tenía que ir a verlo. Pero ya era muy tarde, quizás y solo quizás podía ir a verlo mañana.