CAPITULO 27

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Laila la Baronesa oscura desde hace un tiempo atrás tiene de amiga a una loba desterrada que conoció cuando viajaba, la encontró rodeada de otros lobos que estaban a punto de matarla, para ella fue muy fácil deshacerse de los lobos acechadores, entonces por agradecimiento la mujer Annia dijo que le serviría, la llevo al castillo, con el tiempo fue haciéndose más amiga y a veces intervenía en algunas decisiones de la baronesa, solo en cosas pequeñas lo hacía, pues debía ganarse su confianza.

Después de unos meses salió con el pretexto de pasear por los alrededores, para Laila eso era lo más natural, porque creyó que estaba aburrida solo encerrada en el castillo, por eso nadie la vigilaba, en el bosque la esperaba Dylan para enterarse de los pasos de la vampira, a veces renegaba de que no había cómo dañarla por lo poderosa que ella es, además fue testigo de la lucha entre ella y el rey antiguo Artis.

Él sabía que al rey Drácula le era imposible dañarlo, por eso no se ocupaba para nada en su contra, en cambio, se había enterado de que la hija de su ahora enemigo Vlad odiaba a todos los licántropos, sean lycans o lobos, por eso urdió hacer que le agarrara fastidio al rey licántropo, porque era conocido su mal genio, sus reacciones en contra de quienes le faltaban al respeto.

Le daba instrucciones a su súbdita, lo que debía insinuar a su amiga y ama, porque trabajaba en el castillo, se iba satisfecho, con la esperanza de que el rey licántropo ya se cansara de sus agresiones y que su instinto reaccione para lastimar o como Dylan lo deseaba tanto, que la matara y así llenarse de satisfacción por haberse vengado por la pérdida de sus dos lunas a manos del rey antiguo Vlad.

De regreso a la cabaña, todos estaban sentados ya en la mesa, Erick ya había desfogado su ira afuera en el bosque, Martha inteligentemente había sentado a sus hijos al lado del rey licántropo, ella y a su lado a Lilia, así casi no podían verse, Alexander trataba de entretener a su amigo para que ya olvidara las agresiones de su hermana, de reojo la observaba que ella casi ni alzaba su cabeza, solo se alimentaba nada más.

Nadie había notado a la pequeña Annia, ella comía en la cocina, ayudaba a servir, era muy solícita con la baronesa, cuando terminaron, el rey vampiro invito a Erick para ir a la montaña más alta y que admire el bello paisaje, este acepto y desaparecieron solo los dos, Martha accedió que sus hijos salgan a jugar con la nieve, llevo a su cuñada a una de las habitaciones para charlar con ella.

Estando a solas le narro todo lo sucedido en su ataque, entonces Laila comprendió que nada pudo hacer el rey licántropo, sin embargo, su testarudez y arrogancia no la dejaban verse pidiendo disculpas, trago grueso y le hablo a su cuñada en forma altiva.

—¡No me importa!, no me voy a disculpar, ¡odio a ese pulgoso!, no sé que tiene que me causa asco, me molesta su presencia, ¡ush!

Una conversación se daba allá arriba en esa montaña, ambos reyes sentados en unas rocas observando el blanco paisaje, Erick indagaba.

—¿Por qué tu hermana me odia tanto?, recién me conoce, ni siquiera he tratado de hablarle, es... ¡Es tan atrevida y arrogante!, qué carácter tiene, he tenido que aguantarme de reaccionar, lo he hecho por ti

Alexander también estaba preocupado de lo que actuaba su hermana, se estaba comportando demasiado arisca contra de su amigo, nunca la había visto de esa manera, por eso estaba pensando en mandarla a administrar las empresas fuera del país, para mantenerla alejada de su ambiente y ver si cambia de actitud, ya había hablado con su padre y había dicho que lo apoyaba en todo sentido, solo estaba esperando que saliera de vacaciones con sus hijos y esposa, que luego le diría que se quede en ese país y solo regresen su esposa e hijos

El rey vampiro le respondió de buena manera

—¡Cálmate!, mi hermana es así con los extraños, siempre ha tenido esa mala manera de ser, aunque te informo que yo era así antes de conocer a Martha, ella me cambio totalmente, así que creo que esto viene de familia, jajajaja, nuestro padre nos decía que al ser de la realeza no podemos ser condescendientes con nadie

ME EQUIVOQUÉ Y TE PERDÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora